Caricamento in corso...

El LOCO.

Mapiripan, como te recuerdo...

 
 
Y el loco tenia razón,
El maldito loco
Jamás mintió;
Ahora mira,
Este reguero de cadáveres,
ésta desolación;
 
El loco hablaba duro,
Para q’ al menos sintiéramos
el timbre altisonante
de su voz,
pero iba solo,
nadie le prestó atención;
 
Claro! No era “el dotor”,
de esos “dotores” q’ huelen a perfume caro,
q’ siempre sudan frío,
los “dotores” estudiados
en los mejores antros o claustros, esos...
del extranjero!
 
El loco no era un “dotor” de esos...;
de esos, q’ viven rodeados de gente rara,
con gafas Ray Ban,
vestidos a la usanza,
con sus caras pálidas,
y miradas inquietas...,
 
todos con maletín y mochilas abiertas...
 
El Loco, no tenía nada de eso,
Solo su sonrisa serena,
su mirada al firmamento,
y su palabra terca.
 
Pero, nos dijo todo lo q’ habría de pasar;
q’ llegarían esos señores,
políticos “dotores”,
hablando de amenazas, del Comunismo!
y no sé q’ cosas de castrochavismo!
de socialistas, q’ nos iban a expropiar,
hasta de lo q’ no teníamos...
y comimos cuento!
 
ahora mira,
este reguero de cadáveres,
ésta desolación.
 
El Loco ya no está,
Los “doctores” desaparecieron,
así como aparecieron;
no sin antes,
hacer reinados con nuestras niñas,
y escriturarse la bendita tierra,
 
Con Notarios trashumantes,
se repartieron el sudario,
de éste infierno;
dónde, unos se fueron asustados,
en duelo y torturados...
 
Otros, engañados con paraísos de cucaña...
y aquel pueblo florido,
quedó convertido,
un campo santo adolorido;
 
El loco tenía razón,
El maldito loco
Jamás mintió;
 
Ahora mira,
este reguero de cadáveres,
esta desolación,
....
pero el loco, ya no está!
Piaciuto o affrontato da...
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