#EscritoresPeruanos
Cuando el momento llega y llega Cada día el momento de sentarse hu… A defecar y una parte inútil de no… Vuelve a la tierra Todo parece más sencillo y más cer…
Todo lo que veo sobre la tierra Me convence que jamás seré un homb… Ni una mujer ni una hormiga Y ni siquiera una persona educada No me corto el pelo ni la barba
Para vivir bien no es suficiente..… Abrir el refrigerador Y encontrar pollo asado Y mermelada. Es necesario además Tener hambre de liz
Ya todo se hace velozmente El rocío Se fabrica en un minuto La mirada ya no es necesaria Y en su lugar
Veo una esfera amarilla Pero cuadrada que apenas brilla Y ya no es nada. Veo millares De esferas amarillas Que no son cuadradas
Fantasma que estás en el harpa y l… En bajorrelieves de música o torre… Hiciste tu tumba en un piano, fant… Entre cuerdas doradas el fauno son… Te sopla los ojos en globo a la lu…
Yo que soy un payaso Sin oficio y sin calzado Yo que todavía Guardo mi vieja luna Y mis luceros de hojalata
El invierno es todo frutas y linte… Olvidadas y esqueletos santos de p… En el bosque. El invierno besa, e… Los labios gloriosos de la vid con… De granizo, y se duerme sobre ella…
Lo único que sabemos de Vincent Es que nunca dormía Ni comía ni bebía ni amaba Y que su vida era un misterio. Sa… Que tenía ojos y botines enormes
Si alguna vez confundes Tu corazón con tu sexo y tu sexo Con un saxofón que llora En una calle oscura O si derramas amor a manos llenas
En el sombrero de fieltro de Beuy… Hay un conejo asustado Que se llama vida Hay una flor de margarina Dos o tres gotas de sangre humana
Toda máquina es inútil De nada sirve multiplicar La mirada o retardar La velocidad del dolor Desde hace millones de años
Penetro tu cuerpo tu cuerpo De carne penetro me hundo Entre tu lengua y tu mirada pura Primero con mis ojos Con mi corazón con mis labios
Quizás el universo Es una pompa de jabón quizás Es solamente espuma Una esponja siempre vacía Y siempre llena. Quizás
Maldita noche, el fuego de la luna… El tiempo que se esconde entre las… Los pájaros, el sol que sucede A tu garganta oscura. ¿Es también Tu mano temblorosa la que cruza