#EscritoresUruguayos
Es un oro imposible de comprender,… silencio que renace y se incorpora… Las manos de la noche buscan el ai… se olvida sobre el mar, el mar cerrado,
Cuando una boca suave boca dormida… como muriendo entonces, a veces, cuando llega más allá de… y los párpados caen colmados de de… tan silenciosamente como consiente…
Aquel amor aquel que tomé con la punta de los dedos que dejé que olvidé aquel amor
Todo es muy simple mucho más simple y sin embargo aún así hay momentos en que es demasiado para mí en que no entiendo
Quiero y no quiero busco un aire negro un cieno relampagueante un alto
Quiénes son quiénes son metidos en mi vida imponiendo ternura espectros como yo momentáneos y vanos
Me moriré y él seguirá cantando bueno digo Carlitos y Jorge seguirá haciendo el amor
Ya no será ya no no viviremos juntos no criaré a tu hijo no coseré tu ropa
Estás lejos y al sur allí no son las cuatro. Recostado en tu silla apoyado en la mesa del café de tu cuarto
Soy mi padre y mi madre soy mis hijos y soy el mundo soy la vida y no soy nada
Dónde el sueño cumplido y dónde el loco amor que todos o que algunos siempre
Quiero morir. No quiero Oír ya más campanas. Campanas –qué metáfora– o cantos de sirena o cuentos de hadas
Cuándo ya noches mías ignoradas e intactas, sin roces. Cuándo aromas sin mezclas inviolados.
Pobre mi amor creíste que era así no supiste. Era más rico que eso