De la purificación de Nuestra Señora
#EscritoresEspañoles
Camina mi pensión con pies de plom… El mío, como dicen, en la huesa; A ojos yo cerrados, tenue o gruesa… Por dar más luz al mediodía la tom… Merced de la tijera a punta o lomo
Si ya el griego orador la edad pre… O el de Arpinas dulcísimo abogado Merecieran gozar, más enseñado Éste quedara, aquél más elocuente, Del bien decir bebiendo en la alta…
¡Mal haya el que en señores idolat… y en Madrid desperdicia sus dinero… si ha de hacer al salir una mohatr… Arroyos de mi huerta lisonjeros (¿lisonjeros?: mal dije, que sois…
En vez, Señora, del cristal lucie… Licores nabateos espirante, Los faroles, ya luces de Levante, Las banderas, ya sombras de Occid… Las fuerzas litorales, que a la fr…
Sople rabiosamente conjurado Contra mi leño el Austro embravec… Que me ha de hallar el último gemi… En vez de tabla, al áncora abrazad… ¿Qué mucho, si del mármol desatado
Gracias os quiero dar sin cumplimi… Dulce fray Diego, por la dulce ca… Tal sea el ataúd de mi mortaja, Y de mis guerras tal el instrument… Consagrad, Musas, hoy vuestro tal…
No destrozada nave en roca dura Tocó la playa más arrepentida, Ni pajarilla de la red tendida Voló más temeroso a la espesura; Bella ninfa la planta mal segura
Si Amor entre las plumas de su ni… Prendió mi libertad, ¿qué hará aho… Que en tus ojos, dulcísima señora, Armado vuela, ya que no vestido? Entre las vïoletas fui herido
¡Ayer deidad humana, hoy poca tier… Aras ayer, hoy túmulo, oh mortales… Plumas, aunque de águilas reales, Plumas son; quien lo ignora, mucho… Los huesos que hoy este sepulcro e…
Escribís, oh Cabrera, del segundo Filipo las acciones y la vida, con que el cielo aquistó, si admir… Alto asunto, materia esclarecida, digna, Livio español, de vuestra p…
De mi sastre en el hurtar la mano es tan singular, que si cae la tela en ella cuando la empieza a doblar, ya puedo doblar por ella.
Hermana de Faetón, verde el cabel… Les ofrece el que, joven ya gallar… De flexuosas mimbres garbín pardo Tosco le ha encordonado, pero bell… Lo más liso trepó, lo más sublime
En tenebrosa noche, en mar airado Al través diera un marinero ciego, De dulce voz y de homicida ruego, De sirena mortal lisonjeado, Si el fervoroso celador cuidado
Al tramontar del Sol, la ninfa mí… De flores despojando el verde llan… Cuantas troncaba la hermosa mano, Tantas el blanco pie crecer hacía. Ondeábale el viento que corría
No son todos ruiseñores los que cantan entre las flores, sino campanitas de plata, que tocan a la alba, sino trompeticas de oro,