Persuasión de los días (1942)
#EscritoresArgentinos
No sólo el fofo fondo los ebrios lechos légamos telúrico… y sus líquenes no sólo el solicroo
Noctivozmusgo insomne del yo más yo refluido a la gris y… gorgogoteando no es que plellagan… contra las siempre contras de la p… tan plurinterroído por noctívagos…
Mi Lu mi lubidulia mi golocidalove mi lu tan luz tan tu que me enluci… y descentratelura
Jamás se había oído el menor roce de cadenas. Las botellas no manifestaban ningún deseo de incorporarse. Al día siguiente de colocar un botón sobre una mesa, se le encontraba en el mism...
Con frecuencia voy a visitar a un pariente que vive en los alrededores. Al pasar por alguna de las estaciones —¡no falla ni por casualidad!—el tren salta sobre el andén, arrasa los equi...
Yo no tengo una personalidad; yo soy un cocktail, un conglomerado, una manifestación de personalidades. En mí, la personalidad es una especie de furunculosis anímica en estado crónico ...
Y de los replanteos y recontradicciones y reconsentimientos sin o con sent… y de los repropósitos y de los reademanes y rediálogos i…
Si el engaste el subsobo los trueques toques topos las malacras el desove
A lo fugaz perpetuo y sus hipoteseres a la deriva al vértigo al sublatir al máximo las reverber… al desensueño al alba a los cornub…
Se miran, se presienten, se desean… se acarician, se besan, se desnuda… se respiran, se acuestan, se olfat… se penetran, se chupan, se demudan… se adormecen, despiertan, se ilumi…
Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Llorar la digestión. Llorar el sueño. Llorar ante las puertas y los puer…
Si hubiera sospechado lo que se oye después de muerto, no me suicido. Apenas se desvanece la musiquita que nos echó a perder los últimos momentos y cerramos los ojos para dormir la ete...
De pronto, sin motivo: graznido, palaciego, cejijunto, microbio, padrenuestro, dicterio; seguidos de: incoloro,
sola Bella, tiene justo el grandor que queda bien, en la tela que pintan las inglesas. Isola Bella, con su palacio y hasta con el lema del escudo de sus puertas de pórfido: ¡Salones! ...
me asomo a los ladridos. ¿Qué hace este árbol despierto? Las sombras no se apartan, se aprietan a sus cuerpos. No me agrada esta calma,