#EscritoresChilenos
Este día ya no digas mas, que me la sigo viendo y se me van a quedar en los ojos veinte cerros. ¡Es la Patrona Blanca
Día, día del encontrarnos, tiempo llamado Epifanía. Día tan fuerte que llegó color tuétano y ardentía, sin frenesí sobre los pulsos
A la cara de mi hijo que duerme, bajan arenas de las dunas, flor de la caña y la espuma que vuela
En cuanto engruesa la noche y lo erguido se recuesta, y se endereza lo rendido, le oigo subir las escaleras Nada importa que no le oigan
¡Qué hermosa corre la ruta de Rapel al río Laja antes de que lluvia o nieblas la pongan bizca o cegada! Sin brazo alzado conduce
Me encontré a este niño cuando al campo iba: dormido lo he hallado en unas espigas... O tal vez ha sido
En el secreto de la noche mi oración sube como las lianas, así cayendo y levantando, y a tanteos como el ciego, pero viendo más que el búho.
Tú no oprimas mis manos. Llegará el duradero tiempo de reposar con mucho polvo y sombra en los entretejidos dedos… Y dirías: «No puedo
¿Qué tendrán las piedras pardas y los pedriscos y el légamo que al más cascado lo llevan alácrito de ardimiento? Es como que el Valle hace
Azul loco y verde loco del lino en rama y en flor. Mareando de oleadas baila el lindo azuleador. Cuando el azul se deshoja,
¡Ay! ¡Juguemos, hijo mío, a la reina con el rey! Este verde campo es tuyo. ¿De quién más podría ser? Las oleadas de la alfalfa
El viento Norte viene levantándose, ladino, y aunque es más viejo que Abraham, así comienza de fino, y si no se apura el paso,
Suelo creer con Stefan George en un futuro préstamo de lengua a lengua latina. Por lo menos, en el de ciertas palabras, logro definitivo del genio de cada una de ellas, expresiones inco...
Estoy metida en la noche de estas raíces amargas, ciegas, iguales y en pie que como ciegas, son hermanas. Sueñan, sueñan, hacen el sueño
Oye, ¿qué gime o qué llora? Dime, dime, ¿qué le pasa? Corre adentro del trigal pero a trechos se descansa. Es más grandota que pájaro