Castalia Bárbara (1899)
#EscritoresBolivianos
Envuelta en sangre y polvo la jaba… en el tronco clavada de añosa enci… a los vientos que pasan cede y se… envuelta en sangre y polvo la jaba… Los elfos de la oscura selva vecin…
Crespas olas adheridas a las crine… de los ásperos corceles de los vie… alumbradas por rojizos resplandore… cuando en yunque de montañas su ma… Crespas olas que las nubes obscure…
Hijo soy de mi raza; corre en mis… sangre de los soberbios conquistad… Alzaron mis abuelos torres y almen… celebraron su gloria los trovadore… En esa sangre hay ondas rojas y az…
Junto a la clara linfa, bajo la lu… del sol, como un prodigio de vivie… nieve y rosa su cuerpo, su rostro… y sobre rosa y nieve su cabellera… No altera una sonrisa su majestad…
Vibra el himno rojo. Chocan los e… con largo fragor siniestro. De las heridas sangrientas por la… ríos purpúreos. Hay besos y risas.
¡Tú no sabes cuánto sufro! ¡Tú qu… en mi noche, y amargura más profun… Tú has dejado, como el hierro que… en mi oído la caricia dolorosa de… Palpitante como un beso; voluptuos…
La rosa temblorosa se desprendió del tallo, y la arrastró la brisa sobre las aguas turbias del pantan… Una onda fugitiva
Con sus rubias cabelleras luminosa… en la sombra se aproximan. Son las… A su paso los abetos de la selva, como ofrenda tienden las crujiente… Con sus rubias cabelleras luminosa…
Por las blancas estepas se desliza el trineo; los lejanos aullidos de los lobos se unen al jadeante resoplar de lo… Nieva.
Lluvia de azahares sobre un rostro níveo. Lluvia de azahares frescos de rocío, que dicen historias
Peregrina paloma imaginaria que enardeces los últimos amores; alma de luz, de música y de flores… peregrina paloma imaginaria. Vuele sobre la roca solitaria
¡Oh!, ¡Cuán fría está tu mano! ¿R… Chocan tus dientes. Hay algo extr… hieren como dagas. Me hace daño tu… me aterra el frío de tu mano desca… ¡Déjame huir! Ya la noche doloros…
Bebe ¡oh Dios! Entre los bosques,… los feroces jabalíes han huido, y en la mitad de su carrera puso t… rayo ardiente y luminoso, de mi al… Bebe ¡oh Dios! Para tu copa diero…
¡Enorme y santa Rusia, la tempest… Ya agita tus nevados cabellos, y e… la sangre de Rucico, vieja y heroi… Desde el Neva hasta el Cáucaso co… las selvas milenarias, las estepas…
Llamé una vez a la visión y vino. Y era pálida y triste, y sus pupil… ardían, como hogueras de martirios… Y era su boca como un ave negra