#EscritoresCubanos
Uno vuelve a subir las escaleras de su casa perdida (ya no llevan a ningún sitio), alguien nos llama con una voz querida, familiar. Pero ya no hace falta contestarle.
¿No sentías que ardía tu corazón cuando nos hablaba de las Escritur… Los peregrinos de Enmaús Huésped me fue palabra misteriosa. Huésped es el que viene de muy lej…
¿Por qué, Señora, el aire, el desafío, pierna y botín robustos y pecho de paloma? ¿Por qué, conquistadora,
Ah, sabias cucharas, tenedores de madera, nobles jarros… aprenda vuestras texturas, vuestras fieles y viejas amistades con el fuego de la tarde
Tú solo, bello niño, puedes entrar… Yo entro a ciertos verdes, ciertas… Tú solo, bello niño, puedes llevar… ausente del difunto, distraída y r… La ropa dibujada, el sombrero del…
Simpatizando con los oros gastados de la tarde, después del ruido de la fábrica, del ring voceante, de la extraña persecución intermin…
Si mis poemas todos se perdiesen la pequeña verdad que en ellos bri… permanecería igual en alguna piedr… junto al agua, o en una verde yerb… Si los poemas todos se perdiesen
El que solía visitarnos, el que er… de todos más amado, suave vuelve a la sala sencilla, cada día más real y más leve, ya de humo. ¿Cuándo tocó la puerta? No podemo…
Al despertar uno se vuelve al que era al que tiene el nombre con que nos llaman,
Quiero escribir con el silencio vi… Quiero decir lo que la mano dice. Porque tú lees mejor el texto vivo y el alma, en su guerrear callado,… A veces la ola blanca da en la roc…
Una dulce nevada está cayendo detrás de cada cosa, cada amante, una dulce nevada comprendiendo lo que la vida tiene de distante. Un monólogo lento de diamante
Ella no sabe bien lo que ha pasado… Él era su amigo, y ahora le ha dicho adiós. ¡Ella que lo veía como el padre, el esposo
Y sin embargo sé que son tinieblas las luces del hogar a que me aferr… me agarro a una mampara, a un hond… y sin embargo sé que son tinieblas… Porque he visto una playa que no o…
¿Quién no conoce ese sendero en so… ese continuo hablar, interrumpiénd… el uno al otro amigo, en el gozoso diálogo hasta la puerta de la casa… servida ya la cena? ¿Quién no escu…
A veces, en raros instantes, se abre, talud real y enorme, el tiempo transcurrido. Y no es entonces