#EscritoresCubanos
Ay, es como una luna, esos delgados miembros sostenidos por la madre, ahora poderosa, más allá del dolor. La mano sosteniéndolo la arruga
La banda gigante, como los alones de su sombrero provocador al frente, quiere romper, inaugurar lo enorme. (Lo enorme, cariñosamente, brilla). ¡La banda gigante, como las ligas gigantes...
Oh vosotras, lámparas del otoño, más fragante que todos los estíos! ¿Por qué ha de ser aquel que deven… con el tiempo, más real, menos efí… que aquel que fuimos a tus luces p…
Simpatizando con los oros gastados de la tarde, después del ruido de la fábrica, del ring voceante, de la extraña persecución intermin…
Y lo real es lo que aún no ha sido… Toda apariencia es una misteriosa aparición. En la rama de otoño no acaba el fruto sino en la velad… promesa de ser siempre que su inta…
Toma mi mano, hazme sentir que estás cerca en la novedad de esta hora en que mi mano es nueva en tu mano… y es mi mano porque tú la tomas
¿Qué caprichosa y exquisita mano trazó, eligió ese gesto perdurable… lo sacó de su nada, como un dios, para alumbrar por siempre otra ale… ¿Participabas tú del dar eterno
A aquel vago delirio de la sala traías el portal azul del pueblo de tu niñez, en tu silencio abrías… una lejana cena misteriosa. Cayó el espeso velo de los ojos
Si mis poemas todos se perdiesen la pequeña verdad que en ellos bri… permanecería igual en alguna piedr… junto al agua, o en una verde yerb… Si los poemas todos se perdiesen
En Roma, la Madona. En Florencia, la Doncella. La Pasión,
¿Quién no conoce ese sendero en so… ese continuo hablar, interrumpiénd… el uno al otro amigo, en el gozoso diálogo hasta la puerta de la casa… servida ya la cena? ¿Quién no escu…
¡Generosa poesía! Nos acoges con qué oído, qué atención intermi… Nuestra pequeñez juega en tu pecho y sólo allí somos importantes. Cada paso, cada eco, cada pena,
Sosteniendo las copas invisibles, familiarmente, eternamente juntos en el lecho de la fecundación y de la muerte,
Como irrumpen atropelladas, sin medida, las razones de un hombre tímido, se agolpan esas cuatro o cinco not… primeras, se contraen un instante…
¿Por qué, Señora, el aire, el desafío, pierna y botín robustos y pecho de paloma? ¿Por qué, conquistadora,