Fábula
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Muy cargado de leña un burro viejo… triste armazón de huesos y pellejo… pensativo, según lo cabizbajo, caminaba llevando con trabajo su débil fuerza la pesada carga.
A la sombra que ofrece un gran peñón tajado, por cuyo pie corría un arroyuelo manso, se formaba en estío
Mustafá, perro viejo, Lebrel en montería ejercitado, Y de antiguas heridas señalado A colmillo y a cuerno su pellejo, Seguía a un jabalí sin esperanza
Los más autorizados, los más viejo… De todos los Cangrejos Una gran asamblea celebraron. Entre los graves puntos que tratar… A propuesta de un docto presidente…
A una Culebra que, de frío yerta, en el suelo yacía medio muerta un labrador cogió; mas fue tan bue… que incautamente la abrigó en su s… Apenas revivió, cuando la ingrata
Un labrador miraba con duelo su sembrado, porque gansos y grullas de su trigo solían hacer pasto. Armó sin más tardanza
Un perro y un borrico caminaban, sirviendo a un mismo dueño; rendido éste del sueño, se tendió sobre el prado que pasab… El borrico entretanto aprovechado
Llevaba en la cabeza una Lechera el cántaro al mercado con aquella presteza, aquel aire sencillo, aquel agrado, que va diciendo a todo el que lo a…
«Si cualquiera de ustedes se da por las paredes o arroja de un tejado, y queda, a buen librar, descostill… yo me reiré muy bien: importa un p…
Poco antes de morir el corderillo lame alegre la mano y el cuchillo que han de ser de su muerte el ins… y es feliz hasta el último momento… Así, cuando es el mal inevitable,
Érase una Gallina que ponía un huevo de oro al dueño cada día. Aun con tanta ganancia mal content… quiso el rico avariento descubrir de una vez la mina de or…
A las tristes palomas un milano, sin poderlas pillar, seguía en van… mas él a todas horas servía de lacayo a estas señoras. Un día, en fin, hambriento e ingen…
Huyendo de enemigos cazadores una cierva ligera, siente ya fatigada en la carrera más cercanos los perros y ojeadore… No viendo la infeliz algún seguro
Cierta viuda, joven y devota, cuyo nombre se sabe y no se anota, padecía de escrúpulos, de suerte que a veces la ponía a la muerte. Un día que se hallaba acometida
Con inminente riesgo de la vida un ciervo se escapó de la batida, y en la quinta cercana de repente se metió en el establo incautament… Dícele un buey: «¿Ignoras, desdic…