Fábula
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A un buen cojo un descortés insultó atrevidamente. Oyolo pacientemente, continuando su carrera, cuando al son de la cojera
A las tristes palomas un milano, sin poderlas pillar, seguía en van… mas él a todas horas servía de lacayo a estas señoras. Un día, en fin, hambriento e ingen…
«No sé cómo hay jumento que, teniendo un adarme de talento… quiera meterse a burro de hortelan… Llevo a la plaza desde muy tempran… cada día cien cargas de verdura,
Cierta viuda, joven y devota, cuyo nombre se sabe y no se anota, padecía de escrúpulos, de suerte que a veces la ponía a la muerte. Un día que se hallaba acometida
Un perro y un borrico caminaban, sirviendo a un mismo dueño; rendido éste del sueño, se tendió sobre el prado que pasab… El borrico entretanto aprovechado
Un asno disfrazado con una grande piel de león andaba… Por su temible aspecto casi estaba desierto el bosque, solitario el p… Pero quiso el destino
De la rama de un árbol un carnero degollado pendía; en él a sangre fría cortaba el remangado carnicero. El rebaño inocente,
Un miserable Enfermo se moría, Y el Médico importuno le decía: «Usted se muere; yo se lo confieso… Pero por la alta ciencia que profe… Conozco, y le aseguro firmemente,
Entre sus fieras garras oprimía Un Tigre a un Caminante. A los tristes quejidos al instante Un León acudió: con bizarría Lucha, vence a la fiera, y lleva a…
El autor a sus versos. Fieras, aves y peces corren, vuelan y nadan, porque Júpiter Sumo a general congreso a todos llama.
Dos machos caminaban: el primero, cargado de dinero, mostrando su penacho envanecido, iba marchando erguido al son de los redondos cascabeles.
Un joven educado con el mayor cuidado por un viejo filósofo profundo, salió por fin a visitar el mundo. Concurrió cierto día,
«Fabio está, no lo niego, muy nota… de una cierta pasión, que le domin… mas ¿qué importa, señor? Si se exa… se verá que es un mozo muy honrado… generoso, cortés, hábil, activo,
Mustafá, perro viejo, Lebrel en montería ejercitado, Y de antiguas heridas señalado A colmillo y a cuerno su pellejo, Seguía a un jabalí sin esperanza
Estaba un ratoncillo aprisionado en las garras de un león; el desdi… en la tal ratonera no fue preso por ladrón de tocino ni de queso, sino porque con otros molestaba