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Pero como el amor los saeteros están ciegos. Sobre la noche verde, las saetas,
La sombra de mi alma Huye por un ocaso de alfabetos, Niebla de libros Y palabras. ¡La sombra de mi alma!
Tienen gotas de rocío las alas del ruiseñor, gotas claras de la luna cuajadas por su ilusión. Tiene el mármol de la fuente
La luna asoma Cuando sale la luna se pierden las campanas y aparecen las sendas impenetrables.
Cayó una hoja y dos y tres. Por la luna nadaba un pez. El agua duerme una hora
Una rosa en el alto jardín que tú… Una rueda en la pura sintaxis del… Desnuda la montaña de niebla impre… Los grises oteando sus balaustrada… Los pintores modernos en sus blanc…
Mamá, yo quiero ser de plata. Hijo, tendrás mucho frío. Mamá.
Con una cuchara arrancaba los ojos a los cocodrilo… y golpeaba el trasero de los monos… Con una cuchara. Fuego de siempre dormía en los ped…
La guitarra, hace llorar a los sueños. El sollozo de las almas perdidas, se escapa por su boca
Por la calleja vienen extraños unicornios. ¿De qué campo, de qué bosque mitológico? Más cerca,
Ayer. (Estrellas azules.) Mañana. (Estrellitas
Juan Breva tenía cuerpo de gigante y voz de niña. Nada como su trino. Era la misma
Arbolé, arbolé seco y verdé. La niña del bello rostro está cogiendo aceituna. El viento, galán de torres,
De los cuatro muleros que van al campo, el de la mula torda, moreno y alto. De los cuatro muleros
(Quizá fue por no saberte la Geom… El jovencito se olvidaba. Eran las diez de la mañana. Su corazón se iba llenando de alas rotas y flores de trapo.