Óyeme esta canción que en mí te no… carne para la fruta necesaria. Cuando la soledad bajo tu nombre oída y apretada, Cuando yo era como niño enterrado
Amado en cuyo cuerpo yo reposo, cómo será tu sueño cuando yo te he buscado sin hallar… Oh,
Al borde de alegres segadores tiem… y ofrece para el orden del labio c… dulce rumbo crecido de preñadas ma… y agraria transparencia, dulcement… El trigo coronado de apretada espe…
Tu mano en que desdoblan ruiseñore… su pálido desnudo, su ancho pecho de musgo coronado, es mano que abre al viento reclina… claro jazmín entre la sien oscura.
Tal como flor que sale y es cortada, Con la piel por donde huye la risa de los niños, Y llena hasta los muslos
Ahora estoy en esta ciudad peligrosamente armada de riesgo y llenos de accidentes la voz, el traje claro, el pulso de amor.
Ven Amado Te probaré con alegría. Te soñaré conmigo esta noche. Tu cuerpo acabará
La Dama de Bronce tenía el cuerpo afilado y hambriento; tenía desnuda la mirada. ¡Cúbrela, Dama de Bronce!
Asomada a mi pecho tatuada en él como la edad y el daño. Como una suave grey de colinas cuyo rumbo retorna con el alba,
Lo sigo, lo precedo en la voz porque tengo, como el humo en despoblado, vocación de acuarela.
Yo quisiera ser niña para acoplar las nubes a distancia (Claudicadoras altas de la forma), Para ir a la alegría por lo pequeñ… y preguntar,
Tus brazos como blancos animales nocturnos afluyen donde mi alma suavemente g… A mi lado, como un piano de plata profunda
Aprisionada en cárceles de espuma, en la medida de tu cuerpo, no veo pasar la noche, sólo veo el día que entra por tus axilas transpare…
Oh don, oh don de sí, tu pelo, albo discurso, designio azul, futuro de jacinto.
¿Te acuerdas, Louis Armstrong, del día en que viajamos por un cor… que amábamos hasta la muerte? ¿Recuerdas la onomatopeya que no s… y que nos dio un trono de un solo…