#Epigramas #EscritoresNicaraguenses (1961)
Cuídate, Claudia, cuando estés conmigo, porque el gesto más leve, cualquier palabra, un suspiro de Claudia,
Ni con joyas de la joyería Morlock ni con perfumes de Dreyfus ni con orqídeas
De estos cines Claudia, de estas fiestas, de estas carreras de caballos, no quedará nada
Tomarse con los brazos el uno al o… dándose cada uno a los brazos del… Qué diferente sentirte dentro de u… que sentirse uno solo dentro de un… es decir, vacío.
¿Has oído gritar de noche al oso—caballo oo—oo—oo—oo o al coyote
Los ranchos dorados cercados de ca… chanchos en las calles; una rueda de carreta junto a un rancho, un excusado en… una muchacha llenando su tinaja,
¿No has leído amor mío, en NOVEDADES: CENTINELA DE LA PAZ GENIO DEL TRABAJO PALADÍN DE LA DEMOCRACIA
Tú ni siquiera mereces un epigrama
Tus ojos son una luna que riela en una laguna negra Tu pelo las olas negras bajo el cielo sin luna
Ayer te vi en la calle, Myriam y Te vi tan bella, Myriam, que
Cuando los dorados corteses florecieron nosotros dos estábamos enamorados todavía
Tú has trabajado veinte años para reunir veinte millones de pesos pero nosotros
Todavía recuerdo aquella calle de faroles amarillos, con aquella luna llena entre los alambres
Todas las tardes paseaba con su madre por la Landetrasse Y en la esquina de la Schmiedtor todas las tardes
“No tengo otro” le he dicho y repetido muchas veces. Y oí que decía dentro de mí no con palabras confusamente pero precisas, decía dentro de mí