Dori Gómez
Veo MI reflejo en su iris el amor sale de mis ojos y se mete en los suyos su boca se acerca a la mía besos fundidos
No he llegado a conocerte no me has dejado siempre ese no, como si no hubiese otra palabra en el mundo.
Temblaron mis pechos, al notar tus dedos, me tocabas como si fuese tu piano, sacabas melodías de mi.
No te guardes los “Te amo”, no escondas los “Te quiero”, no calles un “Te extraño”, no niegues un “Te espero” No mates un abrazo,
Deseo que bailes tu vida que la hagas música donde tus pasos vayan más allá del horizonte más allá de los besos olvidados
En el cerezo. Tela de seda líquida teje la araña. Junto al rosal el eco de la lluvia.
Otea el lobo 1º la nevada del bosque que bella estampa del cielo añil nuboso día de frío y hambre
Como cuchillas tus palabras atraviesan mi corazón, se tornan en la noche, heridas de sangre. El agua dormida
Mis muslos se estremecen, notan tu ausencia los entrecruzo, intento engañarlos con el roce de mi propia piel.
El miedo cierra puertas, se corren las ventanas de los ojos en el silencio de la noche. Estrellas rayan el cielo
Gatos en barca entre mar, campo, niños recuerdos dulces center
Me muerde con rabia, odio esta memoria que me está matando, sangran recuerdos, entre paredes sucias.
Aquel verano mirando el mar turquesa, pensaba en ti. La noche aquella se unió la mar y el cielo,
Flores almendros Japón en primavera cumbre nevada
Es que te amo en mi tristeza en mi infinita soledad te amo con el dolor del amanecer fundiéndose con el ocaso con las manos vacías de caricias