Dori Gómez
Las cebras pastan en el atardecer. Estío en África. Sacando el agua la mujer africana.
Escribe en mi soy una hoja vacía, de tinta lléname. Vierte tus letras rojas con tu pluma en mi piel.
He muerto mil veces a través de tu boca recorriéndome he intentado rehabilitarme de esa lengua que me destroza me lame con agónica pasión.
Quiero que me desees así blanca como el nácar con los labios rojos grana a piernas abiertas con el sexo como corola de flor.
Suena la música la orquesta toca jazz. Canción de luna de una ciudad rendida, al swing tan lleno de alma.
Me tienes desquiciada siento que la locura se apodera de… ven te espero en esta cama que está sola sin ti, abrázame estrechamente
Hay veces que la vida se rasga, le pones mil zurcidos, parches que intentan tapar el dolo… Pero entre las costuras se escapa la tristeza,
SON DOS Son dos mujeres la seda se desliza ¿se puede querer más? Tanto que duele
Puede que parezca tonta, pero no estoy ciega, te veo a través de los espejos. ¿Cuántas caras puedes tener? ¿Qué ocultas detrás de esa careta?
Lúgubre domingo, horas de insomnio Mis queridísimas sombras, Vivo con ellas, incontables, Pequeñas flores blancas,
Triste está el árbol luna redonda, mira solo en el campo
Sudor y lágrimas en las minas rojizas. Color de estío. Mirando al Teide sueños de amor azul.
Hola amor, me alegro de verte tanto tiempo ¿cómo estás? Despúes de todo aún pienso en ti aunque el mundo se hundiera a nues… Disculpa tantos whatsapp
Somos los puentes de luz que unen la tierra belleza viva con el fulgor del cielo iluminando vidas
Me asomo a la ventana la calle está solitaria ni gatos asoman me dan ganas de gritar. Hace tanto que no hablo con nadie