CHKA
Otea el lobo la nevada del bosque que bella estampa del cielo añil nuboso día de frío y hambre.
Nunca había oído tanto silencio, mi carne blanca como nácar reluce hambrienta del sonido de una mano recorriéndola. No veo la oscura noche,
Mucho más allá del tiempo, más allá de la noche, a través de los sueños, en aquel lago, allí, te esperaré.
La mujer hace un ramo de amapolas. Se oye ladrar. Lleva el camino hasta la casa blanca,
Ojos del alma azabache cabello nácar su cara En alta mar rompiendo va las olas
Caminando por Gran Vía en Granada, de pronto te vi, mi cuerpo se estremeció, mis ojos cambiaron de color, al rojo pasión, vi sangre en el agua, ¿cómo puedo amarte así, después de lo que...
Guía de marinos árboles en la Alhambra fresca mañana marcador de las costas faro imponente
En el Sacromonte bailando, está la gitana morena, Mirándola, la luna llena; volantes revoloteando. A ella le dan una azucena,
Que se te caiga la venda, mujer, deja que se te caiga. Enséñale al viento tus heridas. Deja que sanen,
Cariño, nunca dejes de buscarme cuando la soledad te coma no importa que no me ames siempre serás mi amigo. No sé como decirlo
Tejí el tiempo con hilos de mi piel, me hice un brigo de dolor ardiente, y sentí que la vida
Trenzas sedosas, acarician tu tez, de nácar puro. Tus ojos dos luceros, que alumbran noches,
Si levitamos al mismo tiempo vida alcanzaremos el éxtasis sublime del ardor más demente
Allí en la playa te vi, entre los fuegos artificiales que iluminaban tu cara mis piernas temblaron mi boca trémula
Los pies descalzos andando por las nubes las aves vuelan. Van piando tristemente una canción,