POESÍA JAPONESA
Una vez en la playa del fin del mu… El aroma del mar miente cuando env… El mar nunca podrá borrar las marc…
Llegó el viernes lujuria salvaje pecado mortal cometí al lamer la m… que tienes tatuada en tu piel, tu cuerpo destila ron y deseo. Con una mordida en tu boca
Tienes los ojos más bonitos del mu… tanto, que me deslumbra la luz que hay en ellos, mil luciérnagas en t… pupilas mirándome, hacen que tiemble en esta noche de verano.
El color morado de la muerte, me pintaron en aquel bosque, de hojas negras y troncos rugosos, de mi cuerpo surgieron azucenas, de mis labios como los lirios, un
Le pregunté al corazón su secreto y susurró tu nombre. Escondido, entre un latido y otro,
He tirado por la calle de en medio y me voy de la ciudad he cogido el tren y dos botellas d… para beberme el camino a toda velo… Si quieres venir conmigo, dímelo
Te quiero tanto, bien lo sabe Dio… Desde el momento que vi las estrel… que me dispararon una flecha direc… Sí, es que no sé que haría si tú m… eres la reina de mi vida, la que p…
Cubre la nieve la cabaña de troncos. Día de sol. Fluye el riachuelo entre la nieve blanca.
Me senté en su regazo la muerte, me abrazo fuerte me recosté en ella me hizo mirarla y me besó devoró mis labios
En noche oscura, entre tierra y el agua, Salta la rana. En el panel se afanan las abejas.
Prefiero quemarme a que me dejes apagarme como una pavesa. Esto parece una tragedia griega eras mi Dios, miento aún lo eres,
Sangran mis entrañas entre rosas negras, lágrimas de sangre como amapolas carmesí puñal de plata en el corazón,
Grita mi nombre el viento en mi ventana me trae tu penar. Apenas roza el borde de la noche
En el salón mirando la tele te observo, nosotros guardamos otra cuarentena. Mi mente masturba los pensamientos solitarios
mi cerebro está caliente, mi cuerpo está caliente, toda yo estoy caliente, lo que necesitas es un buen polvo, una buena salida, llevas meses sin ir a ningún sitio–, miré a mi amiga de m...