Perdidos
Un día cerca de un casi y un tal vez, te conocí.
Mi mente ya presentía lo que sigue después de una mirada furtiva.
Entre tonos azabaches y turbantes de calles polvorientas.
Clandestinos fuimos conjugando deseos y aún no había palabras.
Tu queriéndome cerca y yo evitando tu presencia
No era miedo, solo temía que el deseo me atropellara la razón
y un día liberado de formalismo te besara
Ví en tu rostro el hueco de un vacío del que no hablas
Cómo cuando tocas sin querer queriendo mi mano.
Cómo cuando gritas que te bese, que te abrace y al final no pasas de un simple deseo.
Asi frustrando el deseo, bloqueando la carne que te pide que te haga sentir viva.
Cómo las excusas de una amistad, cuando sabes que la amistad trasciende cuando el cuerpo se entrega al elixir del sexo, del beso.
Sin te quiero o me quieres? sin ataduras, libres en la soledad de una habitación.
Miras al techo de tu alcoba mientras te tocas sabiendo que en lo profundo te preguntas como será recorrerme y sentirte recorrida de besos cortos y caricias tibias,
De húmeda que se transpira mientras un poema acaricia tus oídos, mientras te disfruto cuando lees lo que escribo pensando en ti.
Cuando al terminar tus muslos se mojan y ese tenue temblor no sabe si arrojarse a ese beso necesitado o refrenar el deseo, ese que amarras a un suspiro que parece gemido.
Perdidos estamos entre el deseo y el suspiro a Merced de un tal vez o un algún día.
DOCHARA
Préféré par...
