#Abrojos #EscritoresNicaraguenses #Modernismo (1887)
La tigre de Bengala, Con su lustrosa piel manchada a tr… Está alegre y gentil, está de gala… Salta de los repechos De un ribazo, al tupido
Niña hermosa que me humillas con tus ojos grandes, bellos: son para ellos, son para ellos estas suaves redondillas. Son dos soles, son dos llamas,
Un día oí una risa bajo la fronda… vi frotar de lo verde dos manzanas… erectos senos eran las lozanas man… del busto que bruñía de sol la Sat… Era un Satiresa de mis fiestas pa…
Al oír sus razones fueron para aquel necio mis palabras, sangrientos bofetone… mis ojos, puñaladas de desprecio.
Dio luz a sus estrofas el cielo az… Le atrajo con su inmenso fulgor el… Ciñeron su cabeza los lauros de la… Y fueron sus hermanos los hijos de… Las máscaras le dieron las Gracia…
¡Es con voz de la Biblia, o verso… que habría que llegar hasta ti, Ca… ¡Primitivo y moderno, sencillo y c… con un algo de Washington y cuatro… Eres los Estados Unidos,
¿Cómo decía usted, amigo mío? ¿Qué el amor es un río? No es ext… Es ciertamente un río que, uniéndose al confluente del d… va a perderse en el mar del deseng…
Es la tarde gris y triste. Viste el mar de terciopelo y el cielo profundo viste de duelo. Del abismo se levanta
Van los insectos primorosos, que son la gracia y la alegría, olando al sol colaginoso como un tropel de pedrería. Pasan las líricas abejas
De D. Luis de Góngora y Argote… Mientras el brillo de tu gloria au… ser en la eternidad sol sin ponien… fénix de viva luz, fénix ardiente, diamante parangón de la pintura,
Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro... y a veces lloro sin querer... Plural ha sido la celeste
Mes de rosas. Van mis rimas en ronda, a la vasta selva, a recoger miel y aromas en las flores entreabiertas. Amada, ven. El gran bosque
¡A aquel pobre muchacho le critica una copa y un albur, ese viejo borracho que tiene cincuenta años de tahúr!…
¡Oh mi adorada niña! Te diré la verdad: tus ojos me parecen brasas tras un cristal; tus rizos, negro luto,
¿Que por qué así? No es muy dulce la palabra, lo confieso. Mas, de esa extraña amargura la explicación está en esto: después de llorar mis lágrimas