#EscritoresEspañoles #Generación27
Haz lo que tengas gana, Cristobalillo, lo que te dé la gana, que es lo sencillo. Llegaste a un mundo donde
Mañana lenta, cielo azul, campo verde, tierra vinariega. Y tú, mañana, que me llevas.
Pausa, espantosa pausa de párpados de plomo, tromba dormida al aire, pompa de paños, polvo, donde irrumpen frenéticas
¿Qué me quiere tu mano? ¿Qué deseas de mí, dime, árbol mío… ...Te impulsaba la brisa: pero el… era tuyo, era tuyo. Como el niño, cuajado de ternura
Lucía es rubia y pálida. Sus quie… pupilas de princesa vagamente miran hacia el ocaso, y en su fren… se muere una ilusión. Las violetas de sus grandes ojeras melancólicas
No hay que llorarte, Melero. Fuera llantos. Lo que quiero es patear, gritar que está muy mal hecho —¡no hay derecho, no hay derecho!—
Manos, interjecciones en el día, punzón de la palabra, roedoras del cadáver del viento, explorador… de su mansión de alada geometría. Manos palpantes, que en la sombra…
Qué hermosa eres, libertad. No ha… que te contraste. ¿Qué? Dadme tor… Más brilla y en más puro firmament… libertad en tormento acrisolada. ¿Que no grite? ¿Mordaza hay prepa…
Yo estoy cansado. Miro esta ciudad —una ciudad cualquiera— donde ha veinte años vivo.
Madrid es una ciudad de más de un… A veces en la noche yo me revuelvo… y paso largas horas oyendo gemir a… Y paso largas horas gimiendo como… Y paso largas horas preguntándole…
¡Primavera feroz! Va mi ternura por las más hondas venas derramada… fresco hontanar, y furia desvelada… que a extenuante pasmo se apresura… ¡Oh qué acezar, qué hervir, oh, qu…
Qué maravilla, libertad. Soy dueñ… de mi albedrío. Me forjo (y forjo)… Yo me esculpo, hombre libre. Pero… hablo, callo, me río, pongo ceño, yo, Dámaso, cual Dámaso. Pequeño
¡Oh, blancura! ¿Quién puso en nue… de frenéticas bestias abismales este claror de luces siderales estas nieves, con sueño enardecida… ¡Oh dulces bestezuelas perseguidas…
Me embriago de aromas. Qué delici… campo recién llovido castellano. Qué embriaguez, tocar, tocar...: m… febrilmente las cosas acaricia. No se sacia la vista que se envici…
¿Adónde va esa mujer, arrastrándose por la acera, ahora que ya es casi de noche, con la alcuza en la mano? Acercaos: no nos ve.