#EscritoresCubanos
Cito textualmente las estrellas y el hogar complejo de la naranja… Diminuta es la luz en que el buey… lejos del ave, asoleando eternamen… las estuidosas manos del guajiro,
La sala del pobre gigantesca, noct… por manos tan seniles que ya tocan… serafín dilucida mi pecho minuciosamente,… como tristes fauces.
Si vieras en qué playa te he queri… y en qué estrella te ocultas inven… qué acentos de mi voz has escogido… hasta dónde te hunde lo imposible desde mi sueño al tuyo melodioso
Cuántas veces ha sido humillada tu… la soberbia del maniqueo. Cuántas veces has tenido que beber… de no ser puro como un ángel. ¿De qué vale sutilizar los argumen…
Y así calladamente contra el humo del arroz en el cuarto que el sins… miré tus grandes manos, campesina férrea de piel, forrada súbita de… como la flor de oro; y tú secabas
Ah de mi casa, este navío a tumbos siempre en el mismo sitio navegand… quién sabe hacia qué luces y qué r… anocheciendo, madre, navegando: yo que te vi agrietada en los retu…
Oculto he sido y acunado por el ma… cual si estuviera mi madre en otro… alhaja inmóvil de tristeza para el… los fríos tulipanes del traspatio,… de amargo alero al mediodía. Sin v…
No son mías las palabras ni las co… Ellas tienen sus fiestas, sus asun… que a mí no me conciernen, espero sus señales como el fuego que está en mis ojos con oscura in…
Qué oculta esta palabra o reverenc… irónica al desdén que la provoca, gusto que niega todo lo que toca, negación de sí misma, viva ausenci… Cómo para vivir tiene licencia
Después del aromático aguacero ya no iremos por dulce a la bodega… ni saldremos corriendo hasta la so… morada del caimito cariñoso... Ya nunca volveremos confundidos
¿Vienes menos cada vez, huyes de mí, o es que estamos entrando en tu si… y ya tenemos poco que decirnos? Pero ese poco,
¡Juana Ígnea ¡Isolda nuestra! ¿Quién eras? ¿Dónde estás? Siento en tus cartas el olor astralmente salvaje
Pero si al cabo vienes, despojada de tus flores nupciales, a la hora en que el mundo hasta el fondo se… y la ceniza cubre a la mirada; pero si entonces, con la boca hela…
En aquella ciudad morada y mustia los mulos del carbón, los níveos p… escanciaban la forma serena de mi… iniciaron el fúnebre ajedrez de su… Era mi vida un sueño confuso de ho…
Porque tal es el rostro del fracas… que el espejo devuelve ciegamente aun antes de llegar, dulce y demen… el último rescoldo del ocaso: frente de la obsesión y del rechaz…