#EscritoresEspañoles Carolina Coronado
Aqueses mountinos Qui tá haütes soun. Doundines, Qui tá haütes soun, Doundoun,
¿También aquí, Señor, en las entr… del solitario monte a los oídos vienen a resonar voces extrañas, gritos de guerra y ecos de gemidos… Negra sombra desciende a las cabañ…
Existe entre ti y mi alma una dulce inteligencia, mitad cariño en su esencia y celos la otra mitad, Yo no sé, niña graciosa,
Rioja vive en ellas, Rioja en esas flores que brillan a mis ojos aún más bel… porque son de Rioja los amores. Esos albos jazmines
Alberto, la débil planta en campo estéril nacida, ni tiene muy larga vida ni puede medrar en él; no es como el pájaro libre
Escucha, madre mía, la de el velo de estrellas; bienhe… dulce y bella María. Escucha la que implora dolorido y mortal; madre y Señora.
Orgullo de la enramada, blanca y leve florecilla, más que todas delicada, y más que todas sencilla. Muestra el lirio temblorosa
Si libres hizo ya de su mancilla el águila inmortal los africanos, ¿por qué han de ser esclavos los h… que vecinos tenéis en esa Antilla? ¿Qué derecho tendrás, noble Casti…
Ya el almendro de flor está cubier… ya he visto a la primera golondrin… de su antigua morada tras la ruina cruzar por mi ventana en vuelo inc… ya ha brotado en el césped de mi h…
Siempre en la noche, compañeros mí… los árboles, la luna, los luceros, mas ninguno de tantos compañeros me demanda jamás ¿por qué suspiro? A la luna le cuento mi cuidado
Del íntimo del alma agradecida una voz exhalar sólo quisiera, una voz tan profunda y tan sentida… que cual yo me conmuevo, os conmov… pero a bondad tan dulce sorprendid…
Si dos con el alma se amaron en vi… y al fin se separan en vida los do… ¿Sabéis que es tan grande la pena… que nada hay más triste que el últ… En esa palabra que breve murmuran,
Hoy princesa inocente el bravo Ma… en holocausto a tu brillante suert… como ha sido el primero en anuncia… es también el primero en protegert… El cañón que resuena al aclamarte
Yo no quiero de los campos los árboles ni las parras ni la multitud vistosa de sus bellísimas plantas; Pero un espino florido
Aquí tienes al anciano terminando su agonía, y al niño en el mismo día empezando su vivir. Escucha cual suena, hermano,