Un desangrarse lento remontable hasta la más pérfida belleza hasta el misterio de la carne iner… un ciego encadenarse
Solo como Borges en el fondo de la rosa torturado por báculos de plata espejos laberintos
El invierno comenzaba, apenas, a mostrar su cuerno —largo y temible— de unicornio ciego. Inquietante,
Tras las ventanas que tamizan la luz del sol que muere aguardaba el amor de un joven fauno, su ternura despiadada,
Mentira: el perfume la voz el encaje la mujer de plástico
Con ecos de casa vacía resuena tu nombre y se pierde en el laberinto de mi lengua. Desde este túnel
Casi podría decirte devorada por la angustia me asomo a la vieja cueva prohibida donde habitan
Times square Il pleut dans mon coeur... Verlaine Bulle la colmena —sin aparente propósito—
Qué difícil contarte esta verdad, porque tú no sabes nada sobre su vestimenta leve, que se va deslizando por los huesos
Aún deseo mis antiguos tiempos fetales, en que fui pez opalescente y ciego.
The cloisters Camino por los claustros —piedra y columnas— recordando al orgulloso unicornio que no quiso subir al Arca de Noé
(En una retrospectiva de Ed Kienh… Vertiginoso, el paisaje es apenas otra nostalgia que inicia la mañana.
Amo mi casa por sus cuatro viejos costados llena de voces y ruidos: casa de adobe y machihembre que se queja por la noche
A veces huyo por intrincados caminos construidos de palabras, que me llevan a los páramos de nadie.
Por recorrer tu piel a pedacitos olvidé la piel agrietada de la patria, dejé de andar por sus caminos, no llegué hasta sus aldeas,