#EscritoresMexicanos De: Entreacto
No la noche. Ni el telegrama urgente. Ni las ojeras grises. Ni las plazas en llamas. El amor es un lirio
Aquí me tienes al alcance de tu al… y a merced de tus ojos, protagonista de una historia que n… y que sin embargo se ha eternizado… y se ha filtrado dentro de tu piel…
Saludable será que nuestro cuerpo reconozca sus límites hasta encauzar sus vértigos, que nuestro cuerpo vaya por los la… pretendiendo flotar,
Eres solo el reflejo del reflejo de otro espejo que está dentro de tí. Y el más oculto de tus espejos
La luna vieja reflejada sobre el p… yendo a pasear de la mano entre lo… De la mano del viento en las plega… entre el negro horizonte de los ca… La luna yendo a hablar, a interrog…
Va el hombre con su hermano asesin… y el viento no ha perdido la costu… de modelar el mar. A veces una lágrima le advierte pero no siente ya.
Era todo tan leve como el punto más liviano del sol cuando amanece… Era todo tan suave como el higo picoteado de pájaros con sueño. Era luz que se quiebra en tu sonri…
No la noche. Ni el telegrama urgente. Ni las orejas grises. Ni las plagas en llamas. El amor es un lirio
Y no regreses nunca por el mismo camino. Espera que los vientos remuevan las montañas y que la selva cambie
En mi aposento tengo un prisionero que no soy yo, que no eres tú, que no es aquel que nos rompió los… por fabricar collares.
Para decir azul no es necesario tener el cielo entre las manos, basta lavar el alma cada día y arrancar al amor lo extraordinar… Para excavar la luz ya no es preci…
Lo que la mar arroja no son únicamente iniquidades. de cuando en cuando el tiempo se amotina para corporeizar nuestros ensueños…
Amaso el mismo pan todas las noche… mas no lo desayuno al día siguient… su levadura carece de energía para llevarme al sitio de tus ojos… El pan toca el misterio
Y si supieras sólo la mitad de lo que le he contado hoy a mi a… ya no protegerías mis pupilas del gusano del mundo, ni serpearías entre largas sombras
Dejaste de contar con la sorpresa o sin duda fue ella quien dejó de asomarse por los huecos del tiempo. Dejaste de atisbar a la sorpresa