Caricamento in corso...

Letanía del cuerpo

Voy por tu cuerpo como por el mundo,
tu vientre es una plaza soleada.

Octavio Paz

El ojo de la noche despierta celos
sepultura en cumbre expuesta
vuelca entre cosas que descubre
de la nada el manantial que brota
se hace acreedor al fuego
leña milenaria que consume
donde arden cosas imprevistas
 
Poseso moja el bulbo en flor envuelto
quimera del cuerpo añora el mundo
misterio que recrea en rito concebido
nada pesa tanto como lo que oculto
se vuelve entraña cúspide e insomnio
abraza horas en que necesario debe
arribar el sueño que se busca en vano
 
Sin embargo por la culpa amaina
espera que la aurora calme al
verso, que rendido se escabulle
hacía crestas imposibles de alcanzar
así se enciende o apaga el amor
impulso desafiante que sostiene
en llama que jamás claudica, pena
que desgarra cuanto toca el alma
no llega a siesta compartida y sueño
entre mordiscos de papel, semilla
que endurece su costra si la tocan
labios del que pide agua en el desierto
 
Así por los caminos el poeta extiende
manos a mujeres de la noche, dueñas
en desvelo, mercenarias que desatan
vicios adquiridos por costumbre
constructoras de pecado a cuenta
de mentir, sentido frío de los besos
tan duro el corazón empobrecido
que a cambio de uno solo de estos versos
salta a volar agua repleta de tabúes
entre cuerpo y espinas, flores recias
 
Cada uno por su lado intenta
luchar contra tedio, pesadumbre
en la noche velar armas
que no saben definir espera
armas que atacan o defienden
armas de los días y las noches
furia medianera que en su drama
desboca el más grave desatino
cuando llega el dolor verdadero
las ganas de pelear cesan
se arrojan por la borda; los orgullos
quedan sepultados
 
Calla la boca, olvida el trauma
ante el paisaje obsoleto del tedio
resolución invariable ve el presente
por primera vez, por única vez
perdona todo
morimos al nacer
un poco cada instante
en la leche que se mama
acto involuntario que acredita
como humanos funcionales
orinar, defecar
volver el estómago sobre hombros familiares
todos tropiezan queriendo servir
 
Tan contraria la hora final todo duele,
apesta, se acumula en grises flemas,
que devuelve el cuerpo enflaquecido
estampa que se abate, débiles quejidos
noche rota en antesala de futuro  
amanece a sabiendas que no está
mira el paisaje valora los entornos
la flor que da su centro a las abejas
elemental caída de las hojas secas
agua convertida en sal se vuelve
 
Andar a cuestas el camino de la mente
alzar desde profundos cuencos
los más débiles y sordos pensamientos
donde se enredan al morir las ambiciones
repito aquellos sones de la tierra mía
donde poetas adivinan pensamientos
y cantan a los cuatro vientos tonadas
que después se vuelven populares
 
En horas que desecha de alegría el alma
creída en su ignorancia eterna compañera
desdice de lo fatuo y pasajero de su fama
se aferra a desmentir sin ver la calma
así no más en tempestad que asoma tras
los últimos arboles del monte imaginado
la pena atraviesa provista de guadaña
con que cercena existencia sin propósito
 
El cuerpo se desliza por el cuerpo amado
agua entre las aguas busca su camino
hace de la trama cauce que atraviesa
confines que al buscar hacen destino
nada es algo cuando de buscar se trata
la paz que anhela hacer feliz al mundo
en lo sencillo del mensaje se construye
lo único que engrandece al hombre
 
Acto final atado en brusco escalofrío
donde el cuerpo a punto de ceder levanta
alas que ambicionan conquistar celajes
contra toda adversidad desatan su destino
postal donde se afirma concluyente ciclo
que ofrece vestir de formas irredentas
palabras con que poetas dictan sentencia
como desnudos desiertos que se ofrecen
 
Al margen de la vida lazos vuelto trampas
arquetipo desdichado en el pecho inerte
inclementes mofan al cuerpo que sin vida
todo dio en la batalla sostenida del diario
sin imaginar que de la tierra se levanta
en letras que sembradas fue dejando
maravilloso mundo que en la mente
hacen recrear la vida ingrata del poeta
 
Asusta pensar del laberíntico loco desatino
dolor acumulado del que sufre sin ser visto
cuando entregado a letras marca su destino
tiende manos para salvaguardar su instinto
al cabo predispuesto el artesano de la lógica
cede al torrente que lo envuelve en su camino
sin presentir más allá de su pobreza, la fama
aguarda con su hipócrita cauda de mentiras
 
El ojo de la noche es un abismo negro
que se traga al mundo por más que niegue
acorazado de mentiras que parte sin rumbo
fragua de letras para fabricar poemas
desnuda confesión que nos convoca
a descifrar la última sonroja del payaso
el salto hacia la nada del suicida
la inverosímil carrera del ególatra
 
Amante del camino por terapia acepta
dado al desafió del crepúsculo mediático
los tiempos que conforman la revancha
y el dejar pasar el agua que no bebe
del que busca distraer su pena, amante
ofrece, al cuerpo en su diario sosiego
deshacer, los humos que  construyen
espirales, que llevan al fondo del abismo
 
Hace al amor gigante predispuesto
a entregar el corazón como se entrega
el poema primero, la vida si es preciso
como augurio desafiante en plena brega
el cuerpo sembrado en tierra de escritores
bebe de la luz y del tesoro que derrama
el más bello aroma de la sierra que desea
poseer el secreto mortal de sus creaciones
 
Se aferra al intimo poder de la memoria
aquel que no permite darse el tiempo
de recorrer la vía que forjo la imagen
al volverse contra todo lo que ha sido
no es el odio humano que lo cerca
ni la eterna sombra de los muertos
acaso el dolor que asume mientras
cabalga hacía el futuro incierto
 
Traga del camino más bilis su boca
la rúbrica nerviosa del que pierde
mientras aspira a tener un minuto
para que anide en su pecho la frase
nada sabe y sabe lo que es preciso
mientras recorre la vida alza del piso
aquello que otros desprecian al paso
sin darse cuenta del valor de lo caído
 
Adquiere sabiduría de santos
que duermen con un ojo abierto
anda solo entre tantos al saber
que el mundo muerde lo que ignora
sabe cuidar de horas ofrecidas
y amores a destiempo que arruinan,
motiva a descubrir mundos internos
en la niebla entre pisadas invisibles
 
Teme al pensamiento no a los labios
sabe que tras la belleza del cuerpo
van los necios y tropiezan de nariz
mejor morir en el país de la imagen
otra vez sacar de adentro lo que duele
amaestrarlo con paciencia y desafío
hacer del cuerpo rada que desea y debe
dar cobijo al mundo derruido de la mente
 
Por amar sueños imposibles arma
el poeta, mil cuadernos y solo muere
por besar la boca que no sabe, de las cosas
que regala con sus penas el poeta
quién te viera vieja sombra desterrada
pasear a solas por las calles olvidadas
de tu mente y volverte niño entre casas
donde aún aguarda juvenil mirada
 
Ante los años se rinde el cuerpo
y se pierden briosos deseos juveniles
se gana con los años experiencia
valora la mente atesorar recuerdos
soporta cuerpo mil tempestades
y pasa callado ante el desprecio
con que castigan aquellos
que no pueden perdonarte
 
Quién te ha dicho que el dolor
es para siempre compañero de faena
y se lleva como epidemia que
corroe dentro al pensamiento
cuerpo de mil aguas prisionero
río entre visiones atrapado
a la espera del mundo siniestrado
que describe el pesar del misionero
 
Andas por mi cuerpo convertida
en lava que me devuelve a la vida
y grabas con tu amor a toda prueba
la existencia que te debo agradecido
sabes de secretos que me habitan
y de tristes temores y desprecios
de besos sencillos que me invento
para darle sentido a tus deseos
 
Es la fe recurso insuperable
del que arma en un mismo cuerpo
el poder de superar derrotas y da
la fuerza para comenzar de nuevo
admite ser recurso que atesora
faena más ardua y entonado verso
ofrece lo que lleva en loco espectro
sin poner remedio a lo sufrido
 
Desmiente cada estrofa la alegría
que derrocha sin hallar causa aparente
el cuerpo ignora influjos que la mente
trasmitir al fondo del sendero ansía
quiere dejar al cuerpo descansar
tras años de faena y frágil lucha
mas el cuerpo es arma y como tal
jamás depone su fiero batallar
 
Pide tregua en milenaria estrofa
el verso sin medida que desborda
fugado del fondo amado del escriba
el tempestuoso discurso que desnuda
restos son de épica batalla
versos que celebran la  victoria
arrastran lo vencido y llevan
de estandarte lo ganado
 
Cuerpo que a la vida ha dado
disciplina del ritmo y la cadencia
métrica con que decir al mundo
el secreto privilegio del poeta
hurga entre su frágil compostura
la experta letra que deshace penas
del asombro con que dibuja ideas
cansado hacedor presume de poeta
 
Llegado al mismo número de años
que Dios ofrece entre dones al esteta
decide a los que tiene por amigos
regalar la pobreza de estas letras
en tanto aguante la inclemencia
podrá compartir la obra de sus días
como Dios comparte su alegría
infinita entre todos los que ama

(2014)

Estos son versos que llevan aproximadas métricas y son un ejercicio literario.

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