#EscritoresEspañoles (Sangre gorda)
Por tu cara rebonita te he comparao mi amó a la primera estreyita que sale ar ponerse er só Tienes unos dientes
Te beso, y como el agua de la roca hago saltar ternuras de tu boca me pides una rima, ya está hecha, es no más que tu nombre y una flec… Vuelve a soñar, soñador,
Nos hacemos ilusiones… de separarnos tú y yo, y hay un hilito invisible que nos amarra a los dos. Tienes una boca
Tersa, alegre, blanca y fina… en apariencia es igual la nieve a la sal marina. Dime tú, Nieves divina, si eres nieve o eres sal.
Tierra de nuestro amor: ¡Dios te… Que en tu glorioso porvenir risueñ… nunca te falten ni voz amiga ni hilos de luz en que tejer un su… Que fecundes tus campos sin fatiga…
Grande pena es la de un ciego que no ve por donde va, pero mayor es la mía, que no sé tu voluntá.
¡Quién tuviera la zuerte… que tiene la luz que ze apaga y ze quea donde duermes tú!
En un rincón de un patio fresco y… que alegran y perfuman aves y flor… una niña morena, que tiene amores, duerme, puestas las manos sobre su… Sueña, y al grato hechizo de cuant…
Con sus nieves y aguas mil al invierno el sol destierra; suspira alegre la tierra y ese suspiro es abril. ¡Abril!, el primer albor
Quisiera ser el aire que amoroso se mezcla en tus suspiros y en tu… quisiera ser la luz de tu aposento… de todas tus miradas codicioso. Quisiera ser el eco misterioso
Estoy como la que tiene una venita de loca: quiero olvidarte, y te busco en cuanto me dejan sola.
Se elige un tema, que brotó en la… al soplo de una historia conocida, como la sangre roja de una herida o como el agua clara de la fuente. Se infunde luego, con amor conscie…
De su ventana, tras el verde herra… entre flores de invierno prisioner… una mujer, humana primavera, teje, soñando, delicado encaje. Sus manos, palomitas sin plumaje,
Era un jardín sonriente; era una tranquila fuente de cristal; era, a su borde asomada, una rosa inmaculada
Dime, «¿por qué es ese llanto?» «Por una ilusión perdida, por una reciente herida, por un nuevo desencanto...» «Pues no llores más... y olvida»