El Jefe de los Ancianos
Al ser ungido ante sus pares el anciano dijo: estimados compañeros de vida, considero un privilegio el que me hayan elegido, pero también estoy sorprendido. En mi intervención solo atiné a hablar de mis imperfecciones, contradicciones, desequilibrios e injusticias cometidas. Lo hice porque consideré que mas que un acto de sinceridad, era advertirles que mas que una autoridad, elegíamos, por mas intrascendente o pequeño que sea el lugar, a quien llevará sobre su consciencia y espaldas la responsabilidad de ocuparse por la vida digna de los demás.
Y que mejor que sabiendo lo imperfecto que somos o lo ingrato que fuimos, el que asuma tendrá que tener la fortaleza suficiente para enfrentarse a si mismo, y no tentarse con la crueldad y la prepotencia. El decir que no, a los egoístas y ambiciosos y por supuesto no dejarse arrastrar por los conocidos saqueadores. A veces la legalidad, se la transforma en un simple protocolo, que solo defiende a los enriquecidos. En cambio la legitimidad, nos otorga la representación de los mas débiles y en soledad somos responsables exclusivos de sus sufrimientos y de nuestros actos. El ejercicio del poder requiere, del valor necesario para el arrepentimiento, la obligación de pedir perdón si es necesario y mucha valentía para reparar lo dañado. Hubo un profundo silencio y luego aplausos
Del Inconsciente Ciudadano - por Luar de Santelmis
(2014)
derechos de autor - raulpeloni@yahoo.com.ar