#EscritoresMexicanos
Quieto no en la rama en el aire No en el aire en el instante
A Ramón Xirau Golpean martillos allá arriba voces pulverizadas Desde la punta de la tarde bajan verticalmente los albañiles
Rápidas manos frías retiran una a una las vendas de la sombra Abro los ojos todavía
Llamar al pan y que aparezca sobre el mantel el pan de cada día… darle al sudor lo suyo y darle al… y al breve paraíso y al infierno y al cuerpo y al minuto lo que pid…
Frío metal, cuchillo indiferente, páramo solitario y sin lucero, llanura sin fronteras, toda acero, cielo sin llanto, pozo, ciega fuen… Infranqueable, inmóvil, persistent…
a la memoria de Jorge Cuesta Abre simas en todo lo creado, abre el tiempo la entraña de lo vi… y en la hondura del pulso fugitivo se precipita el hombre desangrado.
Todo nos amenaza: el tiempo, que en vivientes fragme… al que fui del que seré, como el machete a la culebra;
La ciudad desvelada circula por mi… Y el avión que traza un gemido en… que se derrumban en esquinas remot… este árbol cargado de injurias que… en la plaza,
En el azul unánime los domos de los mausoleos −−negros, reconcentrados, pensativ… emitieron de pronto pájaros.
A las diez de la noche en el Café… salvo nosotros tres no había nadie Se oía afuera el paso húmedo del o… pasos de ciego gigante
Soy hombre: duro poco y es enorme la noche. Pero miro hacia arriba: las estrellas escriben. Sin entender comprendo:
Entre la noche y el día hay un territorio indeciso. No es luz ni sombra: es tiempo. Hora, pausa precaria,
Jardines despeinados, casa grande como una hacienda. Hay muchos cuartos vados, muchos retratos de celebridades desconocidas.
Si el hombre es polvo esos que andan por el llano son hombres
Por el arcaduz de sangre mi cuerpo en tu cuerpo manantial de noche mi lengua de sol en tu bosque artesa tu cuerpo