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Yo era. Yo fui, pero no soy. Yo era... (¡Oh fauce maravillosa
Esa luna se va, y ellos se acercan… De aquí no pasan. El rumor del rí… apagará con el rumor de troncos el desgarrado vuelo de los gritos. Aquí ha de ser, y pronto. Estoy c…
Si no son los pájaros cubiertos de ceniza, si no son los gemidos que golpean… serán las delicadas criaturas del… que manan la sangre nueva por la o…
En lo alto de aquel monte hay un arbolillo verde. Pastor que vas, pastor que vienes. Olivares soñolientos
La elipse de un grito, va de monte a monte. Desde los olivos será un arco iris negro
El campo de olivos se abre y se cierra como un abanico. Sobre el olivar
¡Alto pinar! Cuatro palomas por el aire van. Cuatro palomas vuelan y tornan. Llevan heridas
Salen los niños alegres de la escuela, poniendo en el aire tibio del abril canciones tiernas. ¡Qué alegría tiene el hondo
En lo alto de aquel monte hay un arbolito verde. Pastor que vas, pastor que vienes. Olivares soñolientos
En la mañana verde, quería ser corazón. Corazón. Y en la tarde madura quería ser ruiseñor.
Debajo de la hoja de la verbena tengo a mi amante malo. ¡Jesús, qué pena! Debajo de la hoja
Hacia Roma caminan dos pelegrinos, a que los case el Papa, mamita, porque son primos,
Los caballos negros son. Las herraduras son negras. Sobre las capas relucen manchas de tinta y de cera. Tienen, por eso no lloran,
La rosa no buscaba la aurora: Casi eterna en su ramo buscaba otra cosa. La rosa