Engáñame, engáñame, mi vida, y vuélveme a engañar; hazme creer que al fin de la parti… nos hemos de encontrar. Cúname, Amor, en el divino engaño
Me pongo a ateresar los universos por si logro sacarles el sentido que encierran y encerrándolo en mi… dejarlo para siempre florecido. Universos sin fin sueña mi mente,
Las dos conchas de nácar que bebía… para, ti mis palabras, la luz del sol trasparentaban dulc… una luz escarlata. Y tú oías al sol mientras me oías;
Con la unción de su lengua de gran… se mojaba los labios resecos y entre tanto tecleaban mi mano sus lívidos dedos. Y sentía al compás de la fiebre
En otro tiempo estuve no sé de quién enamorado, siendo muy niño. Aún i’a veo perdida en la nube de mis memorias pálidas y al 'ado
Con tus dedos ahuesados me persignaste en la frente para ahuyentarme cuidados que me nublaban la frente. Hoy cuando la frente inclino
¿Qué es tu vida, alma mía?, ¿cuál… Lluvia en el lago. ¿Qué es tu vida, alma mía, tu cost… ¡Viento en la cumbre! ¿Cómo tu vida, mi alma, se renueva…
Cuento los días que pasan y en contarlos voy pasando; pasado y futuro casan en mi ansia y forman un bando. Una clepsidra es mi pecho,
Cuando duerme una madre junto al n… duerme el niño dos veces; cuando duermo soñando en tu cariño mi eterno ensueño meces. Tu eterna imagen llevo de conducho
Tú que callas, ¡oh Cristo!, para… oye de nuestros pechos los sollozo… acoge nuestras quejas, los gemidos de este valle de lágrimas. Clamamo… a Ti, Cristo Jesús, desde la sima
«Cuando me enseñaban—me decías— la tabla de multiplicar, era el siete lo difícil, ¿sabes? el siete no sé cantar... Siete por tres, por ejemplo, dime,
Se muere aquel que ve la cara a D… vimos la cara a Dios juntos los do… tú ya te has muerto, yo sigo en el desierto marchando de tu santa huella en po…
Hay ojos que miran, – hay ojos que… hay ojos que llaman, – hay ojos qu… hay ojos que ríen – risa placenter… hay ojos que lloran – con llanto d… unos hacia adentro – otros hacia f…
Esa charca en que te viste la últi… vez que salimos al campo, está ya seca, Seco y sin yerba está su lecho agrietado. Se ha sorbido la tierra tu espejo;
Eres tú mi poesía, eres tú mi creación, eres tú, Teresa mía, tronco de mi corazón. Tú me has dado Ja palabra