#EscritoresCubanos
. . . . . . . . . . . . Cuando, oh… Cuando en tu seno reposar me es da… Ancha es y hermosa y fúlgida la vi… Que éste o aquél o yo vivamos tris… Culpa de éste o aquél será, o mi c…
Una virgen espléndida –morada de un sol de amor que por sus negr… pregunta, abraza y acaricia, versos me pide, versos de mujeres. ¡Arrullos de paloma, murmullos de…
Frente a las casas ruínes, en los… Sacros lugares donde Franklin bue… Citó al rayo y lo ató, por entre t… Muros, cerros de piedra, boqueante… Fosos, y los cimientos asomados
Si quieren que de este mundo Lleve una memoria grata, Llevaré, padre profundo, Tu cabellera de plata. Si quieren, por gran favor,
La imagen del rey, por ley, Lleva el papel del Estado: El niño fue fusilado Por los fusiles del rey. Festejar el santo es ley
Por la tumba del cortijo Donde está el padre enterrado, Pasa el hijo, de soldado Del invasor: pasa el hijo. El padre, un bravo en la guerra,
Con un astro la tierra se ilumina; Con el perfume de una flor se llen… Los ámbitos inmensos. Como vaga, Misteriosa envoltura, una luz tenu… Naturaleza encubre, y una imagen
Dicen, buen Pedro, que de mí murm… porque tras mis orejas el cabello en crespas ondas su caudal levanta… diles, ¡bribón!, que mientras tú e… en rubios caldos y en fragantes po…
Qué me das? Chipre? Yo no lo quiero: Ni rey de bolsa Ni posaderos Tienen del vino
El enemigo brutal Nos pone fuego a la casa: El sable la calle arrasa, A la luna tropical. Pocos salieron ilesos
Allá por un pueblo del mar Báltico, del lado de Rusia, vivía el pobre Loppi, en un casuco viejo, sin más compañía que su hacha y su mujer. El hacha ¡bueno!; pero la mujer se llamaba Mas...
Y te busqué por pueblos, Y te busqué en las nubes, Y para hallar tu alma, Muchos lirios abrí, lirios azules. Y los tristes llorando me dijeron:
Como taza en que hierve De transparente vino En doradas burbujas El generoso espíritu; Como inquieto mar joven
Cultivo una rosa blanca, En julio como en enero, Para el amigo sincero Que me da su mano franca. Y para el cruel que me arranca
En la vida desterrada No hay puerto, seno ni abrigo Como el hallar un amigo En la sed de la jornada. Pero el consuelo es mayor