#1931 #EscritoresCamagüeyanos #EscritoresCubanos #SóngoroCosongo
¡Ay, negra, si tú supiera! Anoche te bi pasá y no quise que me biera. A é tú le hará como a mí,
El alma vuela y vuela buscándote a lo lejos, Rosa tú, melancólica rosa de mi recuerdo. Cuando la madrugada
Mi prima Vera venía por marzo, en la Primavera. Mi jardín la recibía, al tiempo que le decía: —Bienvenida, prima Vera.
Anoche discurrió por nuestras calles como en años anteriores la tradicional procesión de Viernes Santo. Camagüey, que es un pueblo esencialmente religioso, no puede sustraerse a estas p...
Miradas de metales y de rocas No Cortés, ni Pizarro (aztecas, incas, juntos halando el… Mejor sus hombres rudos saltando el tiempo. Aquí, con sus…
La tarde pidiendo amor La tarde pidiendo amor. Aire frío, cielo gris. Muerto sol. La tarde pidiendo amor.
Toco a la puerta de un romance. —¿No anda por aquí Federico? Un papagayo me contesta: —Ha salido. Toco a una puerta de cristal.
¡Quirino con su tres! La bemba grande, la pasa dura, sueltos los pies, y una mulata que se derrite de sab…
Allá dentro, en el monte, donde la luz acaba, allá en el monte adentro, ácana. Ay, ácana con ácana,
La flauta gemía su melancolía. La flauta decía: no hay pena tan grande cual la pen… La flauta gemía
Eres alada, y vaporosa, y fina: hay algo en ti de ensueño o de qui… como si el alma que te anima fuera la musa de Gutierre de Cetina. Tu piel es porcelana de la China;
Van a fusilar a un hombre que tiene los brazos a… Hay cuatro soldados para disparar. Son cuatro soldados
Haz que tu vida sea campana que repique o surco en que florezca y fructifi… el árbol luminoso de la idea. Alza tu voz sobre la voz sin nombr…
Con el círculo ecuatorial ceñido a la cintura como a un pequ… la negra, la mujer nueva, avanza en su ligera bata de serpie… Coronada de palmas
Tendida en la madrugada, la firme guitarra espera: voz de profunda madera desesperada. Su clamorosa cintura,