#EscritoresCamagüeyanos #EscritoresCubanos
Ni la voz precedida por el eco ni el reflejo voraz de los desnudo… cuerpos en el azogue de los mudos cristales, sino el trazo escueto,… las frutas en la mesa y el paisaje
El gamo, contra el naranja del bosque, pasa mojado, veloz. El aire cuajado añade al bosque una franja de aros dispersos. En esos
Muera quien tiñe el asfalto de sangre tibia y espesa, muera el chacal que de un salto se apodera de su presa, muera quien humilde besa
El émbolo brillante y engrasado embiste jubiloso la ranura y derrama su blanca quemadura más abrasante cuanto más pausado. Un testigo fugaz y disfrazado
La pared cruje. Grieta en lo blanco. Allá va, desunido, el cuarto. Detrás del tragaluz
El coro de sopranos pintarrajeados entona tu loa: “Te comiste un Zohar te comiste un Corán.” Y de tu mano de azogue
Hoy comprendo que existe aún ese m… que había, como un libro, ya olvid… sobre varias ventanas, del profund… balcón descienden flores, es dorad… el aire que presides. Me sorprendo
Que se quede el infinito sin estre… que la curva del tiempo se enderec… Y pierda su fulgor, cuando se mece un planeta en su abismo y en las h… del estallido primordial. Aquellas
La letra con sangre entra como el amor. Mas no dura en el cuerpo la escritura, ni con esa herida encuentra paz el amante. Se adentra
Corta, Changó con tu espada el alcohol, y haz que ese río crecido, no bien vacío, vuelva a su cauce y, saciada tanta sed, halle morada
¿Por qué el Oriente, en tus libros? La pregunta cae, metalizada en el auricular, como una moneda que rebota en la obscuridad y sigue, en el embaldosado, la diagonal del alfil. La pregun...
Incrustarte cascabeles en las meji… con cal escribirte en la frente con rayas espirales pintarte el se… las nalgas con discos fluorescente… líneas de puntos blancas
Recuerdo. Me encontraba en Calcuta. El calor era inhumano, algo viscoso y somnoliente que se pegaba a la ropa, a la piel, que lo inundaba todo con un vaho mórbido, letal como el aliento...
Poco interés presentan estas cosas para un Concilio, que otras más ur… —la talla de los ángeles, las fuen… del Edén–, y sin duda, más valiosa… apremian sin cesar. Insisto empero
Omítemela más que lo omitido cuando alcanza y define su aporía, enciende en el reverso de su día un planeta en la noche del sentido… A pulso no: que no disfruta herido…