#EscritoresEspañoles
El Conde mi señor se fue a Cherel… Lio el volumen y picó el bagaje, Segovianos de a ocho, buen viaje, Que no os pienso ver más en mi esc… En lebrel convertidos, o en lebrel…
Cuantos forjare más hierros el had… A mi esperanza, tantos oprimido Arrastraré cantando, y su rüido Instrumento a mi voz será acordado… Joven mal de la invidia perdonado,
Mátanme los celos de aquel andaluz: hágame, si muriere, la mortaja azul. Perdí la esperanza
Pálida restituye a su elemento Su ya esplendor purpúreo casta ros… Que en planta dulce un tiempo, si… Gloria del Sol, lisonja fue del v… El mismo que espiró suave aliento
Consagróse el seráfico Mendoza, Gran dueño mío, y con invidia deja Al bordón flaco, a la capilla viej… Báculo tan galán, mitra tan moza. Pastor que una Granada es vuestra…
Clarísimo Marqués, dos veces clar… Por vuestra sangre y vuestro enten… Claro dos veces otras, y otras cie… Por la luz, de que no me sois avar… De los dos soles que el pincel más…
Del color noble que a la piel vell… De aquel animal dio naturaleza Que de corona ciñe su cabeza, Rey de las otras, fiera generosa, Vestida vi a la bella desdeñosa,
Ilustre y hermosísima María, Mientras se dejan ver a cualquier… En tus mejillas la rosada aurora, Febo en tus ojos, y en tu frente e… Y mientras con gentil descortesía
Sea bien matizada la librea, Las plumas de un color, negro el b… La manga blanca, no muy de roquete… Y atada al brazo prenda de Niquea… Cifra que hable, mote que se lea,
Pisó las calles de Madrid el fier… Monóculo galán de Galatea, Y cual suele tejer bárbara aldea Soga de gozques contra forastero, Rígido un bachiller, otro severo,
Los días de Noé bien recelara Si no hubiera, Señor, jurado el c… En su arco tu piedad, o hubiera el… Dejado al arca ondas que surcara. Denso es mármol la que era fuente…
Sella el tronco sangriento, no le… De aquel dichosamente desdichado, Que de las inconstancias de su had… Esta pizarra apenas le redime; Piedad común, en vez de la sublime
No son todos ruiseñores los que cantan entre las flores, sino campanitas de plata, que tocan a la alba, sino trompeticas de oro,
Llegué a Valladolid; registré lue… Desde el bonete al clavo de la mul… Guardo el registro, que será mi bu… Contra el cuidado del señor don D… Busqué la Corte en él, y yo estoy…
Vuelas, oh tortolilla, y al tierno esposo dejas en soledad y quejas; vuelves después gimiendo, recíbete arrullando,