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Una rosa en el alto jardín que tú… Una rueda en la pura sintaxis del… Desnuda la montaña de niebla impre… Los grises oteando sus balaustrada… Los pintores modernos en sus blanc…
Cuatro granados tiene tu huerto. (Toma mi corazón nuevo.) Cuatro cipreses
Vestida con mantos negros piensa que el mundo es chiquito y el corazón es inmenso. Vestida con mantos negros. Piensa que el suspiro tierno
Yo era. Yo fui, pero no soy. Yo era... (¡Oh fauce maravillosa
Hacia Roma caminan dos pelegrinos, a que los case el Papa, mamita, porque son primos,
¡Viva Sevilla! Llevan las sevillanas en la mantilla un letrero que dice: ¡Viva Sevilla!
Hay una raíz amarga y un mundo de mil terrazas. Ni la mano más pequeña quiebra la puerta de agua. ¿Dónde vas? ¿adónde? ¿dónde?
Arbolé, arbolé seco y verdé. La niña del bello rostro está cogiendo aceituna. El viento, galán de torres,
Las manos de mi cariño te están bordando una capa con agremán de alhelíes y con esclavina de agua. Cuando fuiste novio mío,
La guitarra, hace llorar a los sueños. El sollozo de las almas perdidas, se escapa por su boca
Amor, amor que está herido. Herido de amor huido; herido, muerto de amor.
La niña va por mi frente. ¡Oh, qué antiguo sentimiento! ¿De qué me sirve, pregunto, la tinta, el papel y el verso? Carne tuya me parece,
Se trajo en el corazón un pez del Mar de la China. A veces se ve cruzar diminuto por sus ojos. Olvida siendo marino
Un bello niño de junco, anchos hombros, fino talle, piel de nocturna manzana, boca triste y ojos grandes, nervio de plata caliente,
La Carmen está bailando por las calles de Sevilla. Tiene blancos los cabellos y brillantes las pupilas. ¡Niñas,