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Rumor. Aunque no quede más que el rumor Aroma. Aunque no quede más que el aroma. Pero arranca de mí el recuerdo
Me miré en tus ojos pensando en tu alma. Adelfa blanca. Me miré en tus ojos pensando en tu boca.
Yo era. Yo fui, pero no soy. Yo era... (¡Oh fauce maravillosa
Los laberintos que crea el tiempo, se desvanecen. (Sólo queda el desierto.)
Viento del Este; un farol y el puñal en el corazón. La calle
Quiero llorar mi pena y te lo digo para que tú me quieras y me llores en un anochecer de ruiseñores, con un puñal, con besos y contigo. Quiero matar al único testigo
¡Que no quiero verla! Dile a la luna que venga, que no quiero ver la sangre de Ignacio sobre la arena. ¡Que no quiero verla!
La primera vez no te conocí. La segunda, sí. Dime si el aire te lo dice.
Las manos de mi cariño te están bordando una capa con agremán de alhelíes y con esclavina de agua. Cuando fuiste novio mío,
Me he perdido muchas veces por el… con el oído lleno de flores recién… Con la lengua llena de amor y de a… muchas veces me he perdido por el… como me pierdo en el corazón de al…
Sábado. Puerta de jardín. Domingo. Día gris. Gris.
Tierra seca, tierra quieta de noches inmensas. (Viento en el olivar,
Cuando sale la luna se pierden las campanas y aparecen las sendas impenetrables. Cuando sale la luna,
Entre italiano y flamenco, ¿cómo cantaría aquel Silverio? La densa miel de Italia
En la torre amarilla, dobla una campana. Sobre el viento amarillo,