#1988 #EscritoresUruguayos #VientosDelExilio
Cuando me fui eran chiquilines tenían un rabioso alrededor de púas la racha intransigente les quitaba padres tíos maestras
Lo que conoces es tan poco lo que conoces de mí lo que conoces
Aquí en esta vereda impecables lujosos los Grandes Almacenes
El día o la noche en que por fin l… habrá que quemar las naves pero antes habremos metido en ella… nuestra arrogancia masoquista nuestros escrúpulos blandengues
Por segundo año consecutivo, los Williams y los Peabody se encontraban en el agosto de Puerto Pollensa. Como tantos ingleses, franceses, escandinavos, se sentían atraídos por la relativ...
Los verdugos suelen ser católicos creen en la santísima trinidad y martirizan al prójimo como un me… de combatir el anticristo pero cuando mueren no van al cielo
La plaza es por ahora una mancha d… los árboles son nada más que árbol… o sea que no entran aún en la metá… el remoto mercado distribuye sus g… dispuestos a flotar sobre el vasto…
En el manso dolor que te perturba cuando asumes lejano cómo vibra o… la inocencia del otro en la desolación convertida en cri… en el silencio lleno de palabras n…
Ya lo sabemos es difícil decir que no decir no quiero ver que el dinero forma un cerco
Nacido como todos de un deseo en la noche trivial y en la distan… de la nada de ozono transeúnte desnudo desde el vamos / aprendiz de desdicha de culpas de inocencia
No puede ser. Esta ciudad es de mentira. No puede ser que las palmeras se d… a acariciar la crin de los caballo… y los ojos de las putas sean tiern…
Es decir la miraba porque ella se ocultó tras el biombo de nubes y todo porque muchos amantes de es… le dieron sutilmente el olivo con su brillo reticente la luna
Duérmete dino ya no eres presagio ya puedes descansar por dos mileni… has cambiado de envase y de epopey… los endriagos suplentes te persigu… duérmete saurio ya no eres histori…
Sé que no bastarían las mejores enredaderas del verano para cubrir el muro de mis lamentos lo curioso es que esos plañidos
Entre siempre y jamás el rumbo el mundo oscilan y ya que amor y odio nos vuelven categóricos pongamos etiquetas