#1988 #EscritoresUruguayos #VientosDelExilio
Si cada hora viene con su muerte si el tiempo es una cueva de ladro… los aires ya no son los buenos air… la vida es nada más que un blanco… usted preguntará por qué cantamos
El sol pesa menos que una sombra en pena La luna se esconde la tarde se enmienda el sol pesa menos
La calle brilla para la ocasión llueve sobre mis nervios bienvenid… el aguacero me repara no sé qué lava en mí tal vez siluetas o intenciones
Hacía por lo menos veinte años que Aníbal Sastre conocía a Bernardo Giudice y Amanda Doria. Ni uno ni otra integraban el círculo más o menos estrecho de sus amigos, pero Bernardo y él h...
En la ciudad de Montevideo, a las nueve horas y cuarenta minutos del día quince de mayo del año mil novecientos ochenta y siete, se reúne el Directorio de Abecé, S. A., en la sala de co...
A veces por supuesto usted sonríe y no importa lo linda o lo fea
Señor que no me mira mire un poco yo tengo una pobreza para usté limpia nuevita
Todo está lejos pero es un modo de decir en realidad no tengo patrón univer… para medir cercanos y remotos los bienaventurados se escabullen
Ellos tienen razón esa felicidad al menos con mayúscula no existe ah pero si existiera con minúscula
Lento viene el futuro lento pero viene ahora está más allá de las nubes ramplonas
La plaza es por ahora una mancha d… los árboles son nada más que árbol… o sea que no entran aún en la metá… el remoto mercado distribuye sus g… dispuestos a flotar sobre el vasto…
Me jode confesarlo pero la vida es también un bandone… hay quien sostiene que lo toca dio… pero yo estoy seguro que es troilo ya que dios apenas toca el arpa
Cómo querría otra suerte para esta… que lleva todas las artes y los of… en cada uno de sus terrones y ofrece su matriz reveladora para las semillas que quizá nunca…
Aunque hoy cumplas trescientos treinta y seis meses la matusalénica edad no se te nota… en el instante en que vencen los c… entrás a averiguar la alegría del…
Cuando los disparates se disparan no hay quien sujete a Napoleón o a… todos tenemos una santa elena o la cicuta allá en el horizonte cuando los disparates se disparan