—Boscán, tarde llegamos —¿Hay pos… —Llamad desde la posta, Garcilaso… —¿Quién es? —Dos caballeros del P… —No hay donde nocturnar palestra a… —No entiendo lo que dice la criada…
Juanilla, por tus pies andan perdi… más poetas que bancos, aunque hay… que tus paños lavando entre unos c… oscureció su nieve a los tendidos. Virgilio no los tiene tan medidos,
Yo me muero de amor, que no sabía, aunque diestro en amar cosas del s… que no pensaba yo que amor del cie… con tal rigor las almas encendía. Si llama la moral filosofía
Pasé la mar cuando creyó mi engaño que en él mi antiguo fuego se temp… mudé mi natural, porque mudara naturaleza el uso, y curso el daño… En otro cielo, en otro reino extra…
Pastor que con tus silbos amorosos me despertaste del profundo sueño, Tú que hiciste cayado de ese leño, en que tiendes los brazos poderoso… vuelve los ojos a mi fe piadosos,
Ir y quedarse, y con quedar partir… partir sin alma, y ir con alma aje… oír la dulce voz de una sirena y no poder del árbol desasirse; arder como la vela y consumirse,
En una playa amena, a quien el Turia perlas ofrecía de su menuda arena, y el mar de España de cristal cubr… Belisa estaba a solas,
Quejosas, Dorotea, están las flor… que las colores las habéis hurtado… y la frígida nieve se ha quejado de que mayores son vuestros rigore… Quejoso está el amor, que los amor…
¡Cuán bienaventurado aquel puede llamarse justamente, que sin tener cuidado de la malicia y lengua de la gente… a la virtud contraria,
Las pajas del pesebre, niño de Belén, hoy son flores y rosas, mañana serán hiel. Lloráis entre las pajas
Con nuevos lazos, como el mismo A… hallé en cabello a mi Lucinda un d… tan hermosa, que al cielo parecía en la risa del alba, abriendo el p… Vino un aire sutil, y desatólo
Vivas memorias, máquinas difundas, que cubre el tiempo de ceniza y hi… formando cuevas, donde el eco al v… sólo del viento acaba las pregunta… Basas, colunas y arquitrabes junta…
Si fuera de mi amor verdad el fueg… él caminara a tu divina esfera; pero es cometa que corrió ligera con resplandor que se deshizo lueg… ¡Qué deseoso de tus brazos llego
Lucinda, yo me siento arder, y sig… el sol que deste incendio causa el… que porque no me encuentre el dese… tengo al engaño por eterno amigo. Siento el error, no siento lo que…
Vireno, aquel mi manso regalado del collarejo azul; aquel hermoso que con balido ronco y amoroso llevaba por los montes mi ganado; aquel del vellocino ensortijado,