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En el café de Chinitas dijo Paquiro a su hermano: «Soy más valiente que tú, más torero y más gitano». En el café de Chinitas
Caña de voz y gesto, una vez y otra vez tiembla sin esperanza en el aire de ayer. La niña suspirando
El Mascarón. ¡Mirad el mascarón! ¡Cómo viene del África a New York… Se fueron los árboles de la pimien… los pequeños botones de fósforo. Se fueron los camellos de carne de…
La piedra es una frente donde los… sin tener agua curva ni cipreses h… La piedra es una espalda para llev… con árboles de lágrimas y cintas y… Yo he visto lluvias grises hacia l…
Los mozos de Monleón se fueron a arar temprano, ay, ay, para ir a la corrida, y remudar con despacio,
Entre italiano y flamenco, ¿cómo cantaría aquel Silverio? La densa miel de Italia
Entre mariposas negras va una muchacha morena junto a una blanca serpiente de niebla. Tierra de luz,
Su luna de pergamino Preciosa tocando viene por un anfibio sendero de cristales y laureles. El silencio sin estrellas,
En la casa blanca, muere la perdición de los hombres. Cien jacas caracolean. Sus jinetes están muertos. Bajo las estremecidas
Duérmete, niñito mío, que tu madre no está en casa; que se la llevó la Virgen de compañera a su casa.
Mi corazón oprimido Siente junto a la alborada El dolor de sus amores Y el sueño de las distancias. La luz de la aurora lleva
Cirio, candil, farol y luciérnaga. La constelación de la saeta. Ventanitas de oro
Verde rumor intacto. La higuera me tiende sus brazos. Como una pantera, su sombra, acecha mi lírica sombra. La luna cuenta los perros.
El grito deja en el viento una sombra de ciprés. (Dejadme en este campo, llorando). Todo se ha roto en el mundo.
Arbolé, arbolé seco y verdé. La niña del bello rostro está cogiendo aceituna. El viento, galán de torres,