#1924 #EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #EscritoresGranadinos #Generación27 #LorcaCanciones
Cayó una hoja y dos y tres. Por la luna nadaba un pez. El agua duerme una hora
El niño busca su voz. (La tenía el rey de los grillos.) En una gota de agua buscaba su voz el niño. No la quiero para hablar;
Niño. ¡Que te vas a caer al río! En lo hondo hay una rosa y en la rosa hay otro río. ¡Mira aquel pájaro! ¡Mira
Agosto. Contraponientes de melocotón y azúcar, y el sol dentro de la tarde, como el hueso en una fruta.
En la torre amarilla, dobla una campana. Sobre el viento amarillo,
La señorita del abanico, va por el puente del fresco río. Los caballeros
Amigo, levántate para que oigas aullar al perro asirio. Las tres ninfas del cáncer han est… hijo mío.
Equivocar el camino es llegar a la nieve y llegar a la nieve es pacer durante veinte siglos las… Equivocar el camino
Mamá, yo quiero ser de plata. Hijo, tendrás mucho frío. Mamá.
Cuando llegue la luna llena iré a Santiago de Cuba, iré a Santiago, en un coche de agua negra. Iré a Santiago.
A Laurita, amiga de mi hermana La luna está muerta, muerta; pero resucita en la primavera. Cuando en la frente de los chopos se rice el viento del sur.
Las manos de mi cariño te están bordando una capa con agremán de alhelíes y con esclavina de agua. Cuando fuiste novio mío,
Bajo la adelfa sin luna estabas fea desnuda. Tu carne buscó en mi mapa el amarillo de España. Qué fea estabas, francesa,
Tierra seca, tierra quieta de noches inmensas. (Viento en el olivar,
La rosa no buscaba la aurora: Casi eterna en su ramo buscaba otra cosa. La rosa