#1974 #ElAmorLasMujeresYLaVida #EscritoresUruguayos
Como un eco de trueno se oscurece la noche, la lluvia en celo provoca al horizonte. El diluvio piadoso
Se retrocede con seguridad pero se avanza a tientas uno adelanta manos como un ciego ciego imprudente por añadidura pero lo absurdo es que no es ciego
Cada vez que nos dan clases de amn… como si nunca hubieran existido los combustibles ojos del alma o los labios de la pena huérfana cada vez que nos dan clases de amn…
Al principio ella fue una serena c… un rostro que no fingía ni siquier… unas manos que de a poco inventaba… una piel memorable y convicta una mirada limpia sin traiciones
Hace ya medio siglo don Nicola creía que el lascivio prostibulo y el discreto vestíbulo era lo mismo
Usted que se desliza sobre el tiempo, usted que saca punta y se persigna, usted, modesto anfibio,
Aquí empieza el descanso. En mi conciencia y en el almanaque junto a mi nombre y cargo en la pl… aquí empieza el descanso. Dos semanas.
De vez en cuando la alegría tira piedritas contra mi ventana quiere avisarme que está ahí esper… pero me siento calmo casi diría ecuánime
Todos sabemos que nada ni nadie ha… sin embargo hay que vivir como si… sabemos que los caballos y los per… pero no es descartable que en una… sabemos que en una esquina no rosa…
Cuando mi padre se arruinó con la farmacia de Tacuarembó, la familia pasó, casi sin transición, de la vida confortable a la casi miseria. Fuimos a dar a una casucha con techo de zinc en...
Antonio Machado, Fernando Pessoa, Juan Gelman crearon de un plumazo sus heterónimos, unos señores que tuvieron la virtud de complementarlos, ampliarlos, hacer que de algún modo fueran m...
Cierto, me rodean árboles un tanto… se asoman al paisaje como buscándo… mas yo también me busco y he olvid… desesperadamente mis labios. Vuelvo recién del último silencio
Vino el patrón y nos dejó su niño casi tres horas nos dejó su niño, indefenso, sonriente, millonario, un angelito gordo y sin palabras. Lo sentamos allí, frente a la máqu…
Hubo un tiempo en que nos fijábamo… en el muro de ceniza y en la noche… y en la luna pálida de tantas dest… y así apostábamos a la melancolía inconscientes de que ése no era aú…
No te quedes inmóvil al borde del camino no congeles el júbilo no quieras con desgana no te salves ahora