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EL día, una rosa blanca. La noche, un caballo negro. (La tarde, una mariposa que ha detenido su vuelo.)
Porque no saben quererte me dicen que eres muy fea. Duerme... Duerme... Duerme, que te coge el gato y las tijeras muerden.
Jazmín diamela, jazmín de España, jasmín criollo, ¡Ixora blanca! Lirio amarillo,
Torito camagüeyano y de la sabana rey, he venido de muy lejos queriéndote conocer. Debajo del algarrobo
Escóndete, caracol: no asomes tus cuernos largos. Cuando salgas de paseo no saludes a los pájaros, ni con otro caracol
—Venga, venga, salamandra: ¡abra la puerta, saque la gata, busque la escoba, limpie la casa!
Entre las lomas el día nace. Límpidas gotas la noche esparce sobre la hierba
Mamá Gallina Jabada viene con la cresta erguida y las patas enfangadas. Y su polluelo amarillo corre del nido al jardín
¿Qué venadito blanco cruza la noche cuando la luna llena brilla en el monte? ¿Qué venadito sediento
Cua cua, cantaba la rana, cua cua, debajo del agua. Pasó una paloma:
Sobre el mar hay una barca, sobre la barca un barquero, sobre el barquero
¡Limón, limón! Limón agrio, limón criollo, limón dulce, limón chino,
De parte del aguacero que cubran con un paraguas al retoño del almendro. El coralillo rosado debe prestar atención:
En la casa que recuerdo, en la casa, entre el naranjal y el cielo: plátano indio, plátano congo,
La garcita campesina polainas de tierra y alitas de harina. Pañuelo al viento se ve la garza.