#1966 #ContraLosPuentesLevadizos #EscritoresUruguayos
Como esplende un sesentón cuando l… al bisoño que intentó conseguir el… asiento libre como bienquiere el contribuyente s… número cuatro en el momento de enf…
La mujer que tiene los pies hermos… nunca podrá ser fea mansa suele subirle la belleza por tobillos pantorrillas y muslos demorarse en el pubis
Al norte las colinas de la ira al sur el cráter de la esperanza al este la meseta de la melancolía al oest…
Es cierto / si estás solo llegarás… al desparpajo contigo mismo / así no habrá obsecuencias ni iras sagr… que te expulsen de la sinceridad la soledad tiene sus pústulas y su…
Aquí empieza el descanso. En mi conciencia y en el almanaque junto a mi nombre y cargo en la pl… aquí empieza el descanso. Dos semanas.
La muerte está esperándome ella sabe en qué invierno aunque yo no lo sepa por eso entre ella y yo levanto barricadas
Bien sabía él que la iba a echar d… pero no hasta qué punto iba a sent… no ya como un veterano de la nosta… sino como un mero aprendiz de la s… es claro que la civilizada prevent…
Preciso tiempo necesito ese tiempo que otros dejan abandonado porque les sobra o ya no saben qué hacer con él tiempo
Los malos hábitos de un siglo páni… vuelven quimérico todo diagnóstico pero en lo íntimo me viene el pálp… de que los crápulas viajan de incó… en nuestra módica tierra de náufra…
El 21 de noviembre de 1975, Buenos Aires empezó siendo una mañana fría, soleada, menos húmeda que de costumbre. Como todos los viernes, las calles del centro eran desde temprano u...
No hay vacunas contra la noticia v… la noticia veneno asombra desinfecta propone soslaya siempre nos toma desprevenidos y se opone a que hagamos nuestros…
Aquí está el Palacio Salvo allá está el Victoria Plaza son tan torpes tan horrendos que a uno lo dejan sin habla su fealdad es tan espesa
Ahora es preciso que me encuentre… a solas con la vida de mi muerte como recién nacido como recién asido a la posibilidad de mi no-ser.
En esta cotidiana me falta el otoñ… con su instalada transparencia aquel sol amarillo que rodeaba los… y hacía prestigiosa su inmovilidad un cierto aroma a avenidas copadas
La muerte es sólo un niño de cara triste un niño sin motivo sin miedo