Sin tocar, solo mira.
Cuando la distancia es grande. Cuando los caminos no se cruzan.
Me he detenido todo este tiempo,
intentando alejarte de mi, de mis pensamientos
pero sigues aquí, tan incrustado en mi ser,
que no hay manera que salgas, no hay manera
de alejarte, ya eres y serás parte de mi alma.
Y poco a poco, vamos hablando,
poco a poco, nos reencontramos con frases,
con ideas, con experiencias, con risas
y poco a poco comenzamos a sentirnos cercas
cuando estamos tan lejos. Sin tocarnos
Y te muestró y me muestras
y te imagino, y me imaginas.
Y soñamos que si puede ser que si
estemos en una misma habitación.
Todo lo que escribimos pasaría.
Dios, tantas ganas, tantas formas
de unirme a ti, es tu esencia tan exquisita
eres el sueño del que no he querido despertar.
Y mis piernas tiemblan, mi vagina se humedece
solo con verte, sentir que tu sientes lo mismo,
pensar que si estás aquí conmigo.
Y de nuevo, al saberte lejos, procuro alejarte
no hablarte, concentrarme en el hoy, sin pensar en el ayer
pero sigues aquí, mi perfección, mi debilidad, mi amor.
Y pienso, ¿podría dejar todo lo que soy, todo lo que tengo
para seguirte? ¿quisieras eso? ¿Yo lo haría?
Yo no podría pedirte eso. Porque me repitó a mi misma
lo dificil que ha sido y lo mucho que tengo y que locura
sería dejar todo por seguirte, sin embargo es lo que más deseo
liberarme, seguirte, tocarte, besarte, disfrutarte.
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