#EscritoresColombianos Flórez Julio
Cuando lejos, muy lejos, en hondos… en lo mucho que sufro pienses a so… si exhalas un suspiro por mis pesa… mándame ese suspiro sobre las olas… Cuando el sol con sus rayos desde…
Golpea el mar el casco del navío que me aleja de ti, patria adorada… Es medianoche; el cielo está sombr… negra la inmensidad alborotada. Desde la yerta proa, la mirada
Entre las hojas de laurel, marchit… de la corona vieja, que en lo alto de mi lecho suspend… un triunfo no alcanzado me recuerd… una araña ha formado
Sentado en una piedra del camino, y como presa de pesar tremendo, una tarde cantaba un peregrino una canción que me quedó doliendo. Una canción que el alma me penetra
—¿La luz más refulgente? —Está en tus ojos. —¿La mayor alegría? —En tu presencia. —¿La miel más dulce?
Cuando bajo la comba de la nave, del vasto templo, rezas con fervor… y tu oración se eleva, como un ave… del órgano al gemido vibrador, desde un rincón oscuro te contempl…
Ojos indefinibles, ojos grandes, como el cielo y el mar hondos y pu… ojos como las selvas de los Andes: misteriosos fantásticos y oscuros. Ojos en cuyas místicas ojeras
El verso debe ser claro y sonoro como el agua del mar y como el oro… El verso debe ser firme y radiante… lo mismo que el acero y el diamant… Debe ceñir inmarcesibles galas,
Todo nos llega tarde… ¡hasta la mu… Nunca se satisface ni alcanza la dulce posesión de una esperanza cuando el deseo acósanos más fuert… Todo puede llegar: pero se adviert…
Si porque a tus plantas ruedo como un ilota rendido, y una mirada te pido con temor, casi con miedo; si porque ante ti me quedo
Dime: cuando en la noche taciturna… la frente escondes en tu mano blan… y oyes la triste voz de la nocturn… brisa que el polen de la flor arra… cuando se fijan tus brillantes ojo…
¿Me preguntas por qué mi verso es… ¿por qué no exhalo rimas melodiosa… ¿por qué mi labio permanece mudo cuando te miro? ¡oh, sol de las he… Porque cuando el Dolor hinca los…
Oye la historia que contóme un día el viejo enterrador de la comarca: era un amante a quien por suerte i… su dulce bien le arrebató la parca… Todas las noches iba al cementerio
En lo más abrupto y alto de un gran peñón de basalto, detuvo un águila el vuelo: miró hacia arriba, hacia arriba, y se quedó pensativa
Y llegué a mi aposento. De la org… vibraba aún, en mi cerebro ardient… la estruendosa y horrenda algarabí… Y con el alma sorda y con la frent… en sudor copiosísimo empapada,