Desolación.
Por eso, tengo la horca con el nudo corredizo bien hecho.
La vejez y la muerte
son lo único
verdadero
y democrático
q’ hay.
Pero una vejez digna
y una muerte digna
es privilegio
de pocos.
Los q’ no somos
los preferidos
de los dioses
estamos condenados
a vivir mucho
y a sufrir
por lo mismo;
Ése es el precio!
Solo aquellos,
sus preferidos,
viven intensamente;
Y, tienen el privilegio
de un cadáver
jóven, divino,
y bien parecido!