De Fuera del Juego, 1968
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Autorretrato del otro ¿Son estremecimientos, náuseas, efusiones, o más bien esas ganas que a veces tiene el hombre de gri…
Mi hora vendrá, hará una seña en la escalera y subirá a mi cuarto donde arderá la estufa; si en Londres,
No sabemos exactamente lo que hicieron contigo todos esto… y siempre que te alzaste sobre nue… de echarte a andar entre los hombr… saltaba tu cabeza de títere perple…
A los héroes siempre se les está esperando, porque son clandestinos y trastornan el orden de las cosas… Aparecen un día
Yo vivo en Cuba. Siempre he vivido en Cuba. Esos años de v… por el mundo de que tanto han habl… son mis mentiras, mis falsificacio… Porque yo siempre he estado en Cu…
Conozco el manuscrito de Pasión de Urbino, sus muchas, y ahora compruebo que insuficientes, modificaciones, desde 1964. Lisandro Otero solía dármelo a leer después de cada revisión. A i...
Mira esta primavera que ha llegado… y gira sobre las estaciones. Mírala cómo llena las plazas de M… ¿Qué haces tú, solitario, que no v… Gruñón, ¿qué estás haciendo
Lo primero: optimista. Lo segundo: atildado, comedido, ob… (Haber pasado todas las pruebas de… Y finalmente andar como lo hace cada miembro:
Sea la muerte de capa negra y su aureola de un amarillo intens… y tenga las costumbres que a ella… pero el amor que sea como se practica en los trópicos:
Te levantas y el día se levanta contigo Se levanta todo lo que quedó lo que salvó la noche Y te mueves a tientas
Hace tiempo te había prometido muc… poemas de amor y –ya ves– no podía… Tú estabas junto a mí y es imposible escribir sobre lo q… Lo que se tiene siempre es poesía.
Cuando la magia estaba en bancarro… en esos días que se parecen tanto… de los cuervos (ya sin augurios la piedra filosof… ellos cogieron una idea,
Ámalo, por favor, que es el herido que redactaba tus proclamas, el que esperas que llegue a cada h… el que ahora mismo tal vez estén s… a bofetadas,
Que siempre exista tu cabeza a poca altura de la mía Una ciudad soltando pájaros bodas en fin
Di la verdad. Di, al menos, tu verdad. Y después deja que cualquier cosa ocurra: que te rompan la página querida,