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En el acuario del Gran Zoo, nada el Caribe. Este animal marítimo y enigmático tiene una cresta de cristal,
En la vieja villa de Plóvdiv, lejos, allá, mi corazón murió una noche y nada más. Una larga mirada verde,
Murió callada y provincial. Tenía llenos los ojos de paz fría, de lluvia lenta y lenta melodía. Su voz, como un cristal esmerilado… anunciaba un resplandor encerrado.
Te lo dije. Siempre te lo decía, porque no fue cosa de una vez. Ten cuidado, no jures que me amarás hasta la muerte,
¡Ay, pobre doña María, ella que no sabe nada! Su hijo, el de la piel manchada, a sueldo en la policía. Ayer, taimado y sutil,
Entre los recuerdos que guardo de mi infancia camagüeyana, pocos se me presentan de manera tan enérgica como aquellos que hunden su raíz en el quehacer político del hombre que me dio vi...
¡Quirino con su tres! La bemba grande, la pasa dura, sueltos los pies, y una mulata que se derrite de sab…
Cuelga colgada, cuelga en el viento, la gorda luna de Barlovento. Mar: Higuerote.
Así como después de la tormenta el guardabosque sale para saber cuál ácana, cuál guayacán, cuál ébano cayó desarraigado por el viento,
Ciclón de raza, recién llegado a Cuba de las islas… Se crió en Bermudas, pero tiene parientes en Barbados. Estuvo en Puerto Rico.
Como un puñal, como un arpón, el banderón americano en tu costado de carbón. Sucio de sangre el banderón. Un yanqui allí, látigo en mano.
Tu vientre sabe más que tu cabeza y tanto como tus muslos. Ésa es la fuerte gracia negra de tu cuerpo desnudo.
Mira si tú me conose, que ya no tengo que hablá: cuando pongo un ojo así, e que no hay na; pero si lo pongo así,
¡Ay que linda mi bandera, mi banderita cubana, sin que la manden de afuera, ni venga un rufián cualquiera a pisotearla en La Habana!
¡Aquí estamos! La palabra nos viene húmeda de los… Y un sol enérgico nos amanece entr… El puño es fuerte Y tiene el remo.